Controles policiales en carreteras, autovías y estaciones de transporte, largas colas de camiones, pasajeros preparados con la documentación que justifica que pueden entrar o salir de la Comunitat Valenciana, pero también algún despistado que no se había enterado de la prohibición, marcaron el inicio del cierre perimetral y de fronteras del territorio. A las doce del mediodía entró en vigor el decreto del president de la Generalitat, Ximo Puig, que establece durante siete días naturales la prohibición de la entrada y salida de personas, salvo desplazamientos justificados por razones de trabajo, estudios, atención sanitaria o atención a dependientes.

En los límites con otras provincias, como en la A-3 en Villargordo del Cabriel (Valencia), o en el kilómetro 179 de la A-37, la autovía que une Alicante con Albacete y Madrid, se instalaron desde el mediodía controles que paraban a todos los turismos -dejan pasar a camiones y furgonetas de reparto- y preguntaban por el motivo del viaje.

«Hay gente a la que le ha pillado un poco de sorpresa», explicó a Efe el teniente Pina, del acuartelamiento de la Guardia Civil de San Juan de Alicante, quien reivindicó que se trata de «medidas urgentes» y, aunque procuran «molestar lo menos posible», hay que llevarlas a término.

Entre los viajeros que pasaron por el control estaba Raquel, quien explicó que «no cree» en estas medidas, pues ella viene en autobús donde están sentados «unos al lado de otros» y por tanto «no hay coherencia», o Rafael, que pidió medidas «más severas», pues «si vienen cien personas» a la Comunitat, «una o dos» lo harán infectadas.

«Cuanto menos nos movemos, menos posibilidades de coger nada», señaló Juani, quien cree que lo que da resultado es estar todos «más recogidos y más distanciados», mientras que Manuel veía «muy prudente» que se haya adoptado este cierre, pues se está «en la cresta» de la segunda ola de la pandemia.

En la estación del AVE Joaquín Sorolla de València se veía, en la mañana de ayer, menos movimiento del habitual de pasajeros, quienes para subir o al bajar del tren tenían que pasar el control de la Policía Nacional, donde se les pedía la documentación que acreditara que viajaban por causas justificadas (ver las excepciones adjuntas).

Entre esos viajeros estaba Chris, un francés que llegó justo ayer a España y regresa mañana Francia y que explica que compró su vuelo hace dos meses y quiere «seguir viviendo, tomando medidas», o Cecilia, una mexicana residente en España que en marzo se fue a su país y a la que el consulado le ha dado permiso para venir a recoger unos papeles.

Otro viajero francés que reside en València recortó unas vacaciones con su familia y volvía ayer a casa, pues afirmó que una vez han visto «semáforo rojo» en la evolución de la pandemia han decidido concluirlas. Y una valenciana que venía del médico de Barcelona y llevaba un justificante para acreditarlo, aunque no le pidieron nada.

Las autoridades valencianas insistieron en la necesidad de este cierre perimetral que se anunció en la noche del jueves por parte de Puig y la consellera de Sanitat, Ana Barceló, ante la «evolución desfavorable» de la pandemia, sobre la que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, dijo ayer, en la rueda de prensa tras el pleno en el que se aprobaron los presupuestos, que los datos de contagios, de casos activos y de fallecidos son «inapelables». «No nos vamos a acostumbrar y no nos vamos a resignar a que cada semana haya un número de fallecidos equivalente a como si cayera un avión; eso es inasumible, y por tanto actuamos, en el ámbito de nuestras competencias», reivindicó Oltra, quien opinó que hay que actuar «con contundencia» para salvar vidas humanas. Preguntada sobre si el Consell está «inquieto» con lo que pasa en otras comunidades, como la de Madrid -que decretó el cierre solo durante el puente festivo-, Oltra opinó que, «en todo caso, inquietos habrán de estar los ciudadanos de las comunidades que no están actuando a la altura de las circunstancias».

La consellera Barceló aclaró, en el programa «Hoy por Hoy Locos por València» de la Cadena Ser, algunas dudas generadas en torno a la movilidad durante el cierre perimetral de la Comunitat. Barceló expuso que esta situación no afecta a los vuelos internacionales, ya que el decreto no lo contempla pues la Generalitat no tiene competencias sobre el cierre de fronteras internacionales. Sí que insistió en que están afectados los desplazamientos nacionales desde y hasta la Comunitat por avión, tren o carretera, por lo que no se podrán realizar salvo en las excepciones contempladas en el decreto.

Asimismo, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Gloria Calero, recordó que «no se puede venir de turismo» a tierras valencianas, y alertó: «no vamos a consentir actos insolidarios que perjudiquen el esfuerzo colectivo». Calero, tras presentar a los periodistas los Presupuestos Generales del Estado para 2021 y las inversiones que contemplan para la Comunitat, destacó que existe una «gran coordinación con las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado». «La autoridad delegada en este caso es el president de la Generalitat, el confinamiento perimetral es de su competencia, aunque el Gobierno ha decretado el estado de alarma para dar cobertura a estas decisiones», recordó la delegada, que explicó que, a última hora de la tarde del jueves, se produjo la primera reunión de coordinación de las fuerzas de seguridad tras el anuncio del confinamiento perimetral. «Quien venga lo ha de hacer con un motivo justificado», insistió. Por la tarde, la DGT informó de la «situación complicada» en la M-40 a la salida de Madrid, en Coslada y «en dirección a la A3».

Excepciones

El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana publicó ayer el decreto que establecía, por un período de 7 días naturales, el cierre perimetral de la Comunitat, donde se restringe la entrada y salida de personas. Se recogen 11 excepciones, que deberán ser «adecuadamente justificadas»:

La asistencia a centros sanitarios.

Cumplimiento de obligaciones laborales, profesionales, empresariales o legales.

Asistencia a centros universitarios y educativos, incluidas escuelas infantiles.

El retorno al lugar de residencia habitual o familiar.

La asistencia y cuidado a personas mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables.

Desplazamiento a bancos, oficinas de seguros o estaciones de repostaje en territorios limítrofes.

Actuaciones requeridas o urgentes ante los órganos públicos, judiciales o notarios.

Renovaciones de permisos y documentación oficial y otros trámites inaplazables.

Realización de exámenes o pruebas oficiales.

Situación de necesidad.

Cualquier otra actividad análoga, debidamente acreditada.