Comenzar a trabajar para acabar con la prostitución y poner más esfuerzos «en no dar tregua a la industria proxeneta, que históricamente permanece siempre en impunidad y en absoluta opacidad». El grupo parlamentario de Unides Podem en las Corts Valencianes ha instado al Consell a cumplir con las peticiones realizadas por la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien ya pidió a las autonomías a cerrar burdeles y casas de alterne.

Es más, la portavoz de Igualdad, Cristina Cabedo, ha pedido en Les Corts los informes que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, «encargó a la Abogacía de la Generalitat para definir las competencias autonómicas para poder actuar en la abolición de la prostitución y sobre legislación comparada en materia de abolición de la prostitución y del estudio sobre las políticas públicas desarrolladas en otros países». Cabedo también ha presentado una pregunta al Consell para que explique «qué respuesta ha dado a la carta que el Ministerio de Igualdad remitió a las Comunidades Autónomas para el cierre de prostíbulos y clubes de alterne» e indicó que «el Botànic no puede desaprovechar la oportunidad histórica de tener un Ministerio de Igualdad con un fuerte compromiso en acabar con la prostitución al mismo tiempo que asegure derechos y garantías de una vida digna a las mujeres prostituidas».

En esta línea, remarcó que «en otras comunidades autónomas se han dictado decretos y normativas en este sentido, pero recalcó que las actuaciones del Consell «están tardando en llegar».

«No dejar pasar más tiempo»

El grupo parlamentario de Unides Podem se ha puesto a disposición del Consell para «trabajar conjuntamente esta línea de actuación, dado que no podemos dejar pasar más tiempo». A su juicio, «el Consell debe poner más esfuerzos en no dar tregua a la industria proxeneta ya que «el Botànic debe empezar a hablar de las cifras de negocio que supone la explotación sexual de las mujeres, porque supone entrar en el debate de qué tipo de modelo queremos».

Finalmente, señaló que Unides Podem tiene «claro» que no quiere «una sociedad donde las mujeres terminen siendo algo a través de lo cual satisfacer deseos ajenos, moviendo al mismo tiempo cantidades dinerarias ingentes a costa de nuestros derechos.