El concejal de Cultura Festiva del ayuntamiento de València, Carlos Galiana, llegó ayer a la sede de la Consellería de Sanitat con una batería de peticiones, sugerencias y propuestas para tratar de dinamizar las fiestas en las semanas próximas, más allá de lo que pueda suceder en un futuro a corto plazo. El edil planteó, entre otras cuestiones, una al hilo de sus declaraciones de los últimos días: que no todos los casales permanezcan cerrados a cal y canto. Que es prácticamente la situación actual al limitarse la asistencia a seis personas. Y que, en ese caso, defiende que los casales que son más grandes y que pueden ejercer como sede social, puedan ser habilitados para reuniones, de la misma manera que ocurre con otro tipo de entidades. Hay que recordar, en ese sentido, que este fin de semana Galiana cuestionaba «por qué no pueden estar más de seis personas en espacios de 500 metros cuadrados». No se trataría de celebrar comidas o cenas, sino para el desarrollo de la actividad social, incluyendo, por ejemplo, las juntas generales, que nuevamente han pasado a ser telemáticas. En ese sentido, los estamentos falleros han defendido el buen gobierno de los casales atendiendo a que, de su interior, no se ha ningún brote. Razón por la que, más allá de la prudencia en las decisiones en estado de pandemia, han mostrado su descontento por lo que consideran una focalización excesiva en estos lugares de convivencia. Actualmente, los casales apenas van a poder albergar la recogida de lotería de Navidad, y aún así con la restricción de aforo. En cualquiera de los casos, con las sedes falleras también se produce una situación, en estos momentos, paradójica. Por ejemplo, la normativa actual permite celebrar el concurso de teatro de la Junta Central Fallera y, sin embargo, no está permitido ensayar para esas mismas obras. Tanto es así que incluso la Junta Central no ha suspendido todavía la segunda fase de los campeonatos de truc y parchís. A la espera, además, de ver qué pasa el primer balance del confinamiento perimetral y las medidas adyacentes.

De las Fallas 2021, nada

En estas, lo que no cambia de momento son las Fallas 2021, porque nada hay al respecto. Hasta el día 12 no se reunirá por primera vez la comisión mixta entre instituciones y agentes de la fiesta. Que no va a solucionar absolutamente nada a estas alturas de año ni el mes que viene y puede que ni siquiera el siguiente. La secretaria autonómica, Isaura Navarro, señalaba los límites en el momento de empezar noviembre. «Simplemente iremos estudiando las propuestas y lo haremos con todo el cariño, pensando en poder celebrar «algo» porque son unas fiestas muy importantes. Hay que recuperar la ilusión porque estamos en una situación muy difícil pero queremos que la gente pueda tener espacios de felicidad, aunque sin ponerse en problemas», señaló Navarro. «Por eso huelga hablar a día de hoy de cómo hacer una Ofrenda o una carpa. No podemos poner a nadie en situación de riesgo y teniendo claro que todo dependerá de la situación pandémica que haya llegado en ese momento. No se puede tomar ninguna decisión ahora mismo. Tan sólo se puede estudiar qué se podría hacer y qué no, sabiendo que todo es cambiante. Estudiar los márgenes junto al equipo técnico: qué tiene riesgo, qué no tiene riesgo», concluyó Navarro.

Cabalgata de Reyes con carrozas y limitada, como la Batalla de Flores


La reunión sirvió para pensar en el futuro inmediato. Y, en concreto, el ayuntamiento presentó una propuesta de Cabalgata de Reyes. Una cabalgata reinventada, que poco o nada tendrá que ver con el concepto tradicional, basado en las multitudes. La primera propuesta alternativa no es un cambio radical. No quisieron dar detalles de la misma, pero estaría más cerca de un concepto que recordaría a la Batalla de Flores, que se basa en una asistencia limitada en un recinto acotable, debiendo decidirse si es con o sin público.

Hay miedo al fracaso, a no poder realizarla o incluso a que los técnicos de la Consellería de Sanitat la echen atrás. Por eso no se quería concretar más que cuando esté decidida, nuevamente sabiendo que todo puede dar un vuelco en cualquier momento, tanto para bien como para mal.


Ni virtual, ni estática


«Evidentemente, si se tuviera que celebrar mañana, ni nos lo plantearíamos nada» aseguró el edil Carlos Galiana, quien escenificó esa condición de Plan B, aludiendo a que «si hiciéramos una cabalgata virtual, o se limitara a que los Reyes se reúnen con el alcalde, no vendríamos a presentar ningún plan». En este caso no se trata ni de «cabalgata estática», como tienen proyectada en Vigo, ni cabalgatas descentralizadas. Hay hasta que leer entre líneas, porque el propio concejal hablaba de que «si se trata de una Cabalgata, los Reyes tienen que ir en una carroza. Pero no queremos que nadie se lo tome al pie de la letra. Porque no lo decidimos nosotros. Creemos que el plan, dentro de los límites, es factible y nos gusta. Y ellos lo tienen que estudiar. Para celebrarla por streaming no nos reunimos».


El resto de elementos navideños que no se han suprimido permanecen vigentes. A día de hoy hay árbol, iluminación, carrusel, trenecito y mercadito de Navidad (el de los comerciantes), y segundo árbol y belén en la plaza de la Reina.


Pero, por ejemplo, Galiana aventuró que «nada se va a hacer si eso supone animar a que la gente venga en masa» en alusión a que «si no se puede hacer un encendido de las luces, no se hará. Se encenderán sin más. Hemos anulado ya muchas cosas, como la Nochevieja, mercadillos, Expojove... ya hemos recortado muchas cosas. Los Reyes, venir, vendrán, porque los tiene que recibir el alcalde y luego tienen que ir a las casas de todos los niños».