Cuando una ciudad se ve sometida a un test de estrés ambiental como el vivido por València en la tarde del 5 de noviembre, las lecturas abarcan prácticamente todos los estados de la botella, incluyendo el medio llena y el medio vacía. Lo cierto es el cap i casal no solo se encontró con unas lluvias que oscilaron entre los 111 litros por metro cuadrado de la zona de la Avenida de Francia a los 242 de El Saler. No menos importante fue que gran parte de ese agua se vertió en apenas una hora, casi cien de esos litros cayeron en una hora.

Las playas y los pueblos del sur son los que sufrieron más los rigores del temporal. Encontrándose en la horizontal de lugares que más sufrieron las inclemencias, los registros son espectaculares: 242 litros en El Saler y 213 en El Perellonet.

L’Albufera tuvo mucho trabajo para desaguar el caudal que bajaba de los barrancos. El alcalde del Palmar, Ernesto Peris, aseguraba que «es el nivel más alto desde la pantanada de Tous», con hasta 80 centímetros . A pesar de lo cual, aseguraba, la estabilidad de la isla no estuvo en peligro al encontrarse ligeramente elevada. «De todos modos, tenemos que estar pendientes hasta que termine el desagüe. Aquí se trata de lo que nos cayó a nosotros, más los aportes de los barrancos». Lo que sí que quedó completamente bajo las aguas fue la carretera de la marjal, que conecta con Sollana «aunque su inundación es más habitual».

En esta zona sur se detectaron daños por inundación en los invernaderos de la zona del Perellonet. Y en las playas se notaron los efectos del temporal bastante más que en las playas del norte.

Dos centros cerrados

El personal municipal trabajó durante todo el día para restablecer la normalidad y todos los centros escolares de la ciudad abrieron con normalidad excepto dos, la escoleta de Pinedo y el CEIP Lluís Santángel de El Saler por inundaciones. En dependencias municipales, durante la tarde del jueves se filtró abundante agua en el sótano de la casa consistorial y en la sede de la Junta Municipal de Trànsits, y se inundaron los patios y varias zonas de la planta baja del centro de día La Purísima. Cuando comenzó el temporal, se ordenó el paso a modo lluvia de 10 compuertas hidráulicas que regulan los caudales de acequias y colectores y el depósito de tormentas de la calle Eugenia Viñes almacenó más de 20.000 m3 de agua de primeras pluviales, bombeados a depuradora.