Después de la tormenta siempre llega el papeleo. Muebles, ropa, electrodomésticos, coches, motos, ventanas... la lista de posesiones que pueden verse afectados por los daños de un temporal como el de esta semana es variada y suele conllevar un importante dolor de bolsillo.

Las miradas se posan entonces sobre el Consorcio de Compensación de Seguros, entidad encargada de las indemnizaciones ante situaciones tan extraordinarias como que la meteorología se desperece de manera violenta contra todo tipo de elemento material en su camino.

Con el objetivo de que las ayudas sean oxígeno para la cuenta bancaria y no un dolor de cabeza ante la ilusión de algo que no llega, las asociaciones de usuarios y consumidores dan una serie de consejos a la hora de solicitar estas indemnizaciones.

«Lo primero es que la gente tenga seguro», explica Vicente Inglada, secretario general de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana. «Hay muchas personas todavía que no tienen la costumbre de asegurar sus hogares y es recomendable porque sino no pueden acudir al consorcio en un caso como este», asegura Inglada.

Si tienen, desde Facua, Pau Bernard recomienda dirigirse «cuanto antes» al consorcio porque, según informa en su propia web, recomiendan presentar la solicitud de indemnización «a ser posible dentro del plazo de siete días después de producirse el siniestro que establece la Ley de Contrato de Seguro», aunque expresan que aceptará «igualmente la solicitud si se presentara después».

«Si no tienen seguro —continúa Bernard— lo que deben hacer es acudir a las autoridades administrativas y preguntar si se van a establecer algún tipo de compensaciones». En ese momento, explica dependerá de si la autoridad pública pone a disposición de la ciudadanía algún tipo de prestación o hace alguna declaración de zona catastrófica como se hizo con el temporal Gloria de enero.

Guardar la calma y tener pruebas

Otro de los consejos que lanza Inglada es coger la mayor cantidad de muestras y pruebas de los daños. «Hay que mantener la calma y no recoger todo hasta que no hay un registro que demuestre los daños en caso de peritaje», explica el representante de Unión de Consumidores.

La paciencia también se convierte en una virtud para lidiar con la gestión. «Es uno de los problemas que tenemos, si hay 1.000 solicitudes de lo mismo es muy difícil que se tramiten rápido», lamenta Bernard. La normativa marca 40 días, «pero no se cumple», complementa Inglada. «Hay gente de la última DANA que todavía no ha recibido», indica.

Además, aseveran, «no se suele cubrir el 100 % de los gastos». «Es un perito el que evalúa y decide la cantidad, pero cubre una parte importante», alega desde Unión de Consumidores, «al menos para que las pérdidas sean mínimas».

Los agricultores calculan 62 millones en pérdidas de cosechas e infraestructuras

El campo ha sido uno de los principales damnificados de la lluvia, el pedrisco y el viento. Según la Asociación Valenciana de Agricultores AVA-Asaja, en este sector los primeros cálculos de pérdidas llegarían a los 62 millones de euros. «Aunque pueden ser más», expresan. 

Los daños cuantificados solo en mermas de cosecha ascienden a 42 millones de euros, principalmente en La Ribera, L’Horta Sud, La Safor y La Marina. 

Los cítricos son el cultivo más afectado, con unas 15.000 hectáreas damnificadas y 20 millones de fruta que no llegará a los mercados. El caqui, en plena campaña de recolección, tiene 4.000 hectáreas gravemente perjudicadas y sus pérdidas rondan los 12 millones. Las hortalizas de temporada superan las 1.000 hectáreas totalmente destrozadas con un impacto de 6 millones. Finalmente, los viveros de plantas ornamentales y flores, con 100 hectáreas golpeadas, prevén pérdidas de 4 millones.

A estos agrega otros cinco millones que los productores afrontarán en concepto de tratamientos fungicidas y revitalizadores y 15 millones en instalaciones. Por ello, reclaman a Agroseguro que agilice las indemnizaciones y pide ayudas directas a las administraciones.