Un total de veintiséis pacientes críticos han tenido que ser trasladados de hospital a otra UCI porque la de su centro de cabecera estaba colapsada a causa de la pandemia de coronavirus. Entre los centros que han acogido a pacientes de fuera, los hay públicos como el Hospital General de Castelló, el de Gandia o el de Sant Joan de Alicante pero también privados como el IMED o el IVO.

La Conselleria de Sanidad habría vuelto así a recurrir a las plazas de críticos del sector privado, como ya se hizo en la primera ola, para garantizar la asistencia pese a que las órdenes del Ministerio de Sanidad marcaban que las UCI pública debían ser capaces de crecer hasta tres veces para poder abordar un segundo gran rebrote y aún se está lejos del pico máximo de hospitalizados por covid al que se llegó en marzo: a día de ayer había 227 pacientes críticos covid en UCI, el 58 % del máximo que hubo en lo peor de marzo.

Según detalló ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, los hospitales que han tenido que enviar fuera a pacientes son los que más saturados están ya pese a haber echado mano de las ampliaciones de cama UCI que tenían previstas: el hospital de Vinaròs, que ha derivado cuatro pacientes; el de Sagunt, que ha tenido que trasladar a dos; los de Xàtiva y Elda que han tenido que trasladar uno cada uno y, tal como adelantó esta semana este diario, el de Orihuela. Se trataría, además, del centro que en peor situación se encontraría al menos a tenor del volumen de pacientes que ha derivado: 18 en total casi todos enfermos de cáncer.

Críticos y urgencias

Fuentes de la Conselleria de Sanidad recordaron que el acuerdo firmado en su día con las clínicas privadas para la derivación de pacientes seguía en activo, de ahí que se pudiera volver a recurrir a él como ya se hizo en la primera ola. En aquella ocasión no solo se derivaron pacientes de UCI sino al menos un millar de urgencias hospitalarias entre ictus, ataques cardíacos, tumores o problemas graves similares que los hospitales públicos eran incapaces de atender ante la avalancha de pacientes covid-19.

Esta colaboración ha sido, en estos días, puesta en valor desde el Consell pero en un momento políticamente delicado ya que, a la vez que se ha puesto el acento en la gran ayuda que está prestando el sector de la sanidad privada en esta pandemia, por otra parte, se está manteniendo el proyecto de reversión del área de salud de Torrevieja, dualidad que ha sido criticada, por ejemplo, por el PP.

La necesidad de derivar pacientes deja también al descubierto que las medias de ocupación que aporta la Conselleria de Sanidad o el Ministerio de Sanidad —el 54 % de ocupación total hospitalaria y el 70 % en UCI— esconden problemas graves en aquellos hospitales que por brotes cercanos, por ejemplo en residencias, peor lo están pasando. Aún así, ayer la consellera Barceló insistió en que los hospitales aún tienen «margen» de maniobra. Según datos de ayer hay hospitalizadas 1.352 personas por covid, con 227 de estas personas en UCI.

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El Peset monta módulos prefabricados para separar las salas de espera covid y no covid

El Hospital Doctor Peset de València está instalando módulos prefabricados en la puerta del centro para trasladar allí la sala de espera de las Urgencias de pacientes no covid-19 y separar así, totalmente, ambos circuitos. Según fuentes del centro, los módulos podrán acoger a 55 personas. En la sala de espera normal se habilitará un espacio para personas mayores o de poca movilidad y más puestos de observación para pacientes no covid. El hospital , además, ha preparado ya una ampliación de la UCI con ocho camas más usando el espacio del gimnasio de Rehabilitación evitando ocupar los quirófanos. Por otra parte, el centro ha estrenado ya las nuevas Urgencias de Pediatría en el sótano, totalmente separados de la de adultos y se va a remodelar el hall. En el hospital de Llíria, ha sido el regimiento de Transmisiones 21 con base en Marines el que ha instalado varias carpas para tener una sala de espera de Urgencias más amplia.