En octubre de 2019 eran 342 los municipios afectados por el mosquito tigre, justo un año después son 451 las poblaciones damnificadas, es decir, 109 más, lo que implica un incremento del 31,8%. La presencia del mosquito tigre en la Comunitat Valenciana en 2020 aumenta a un ritmo mayor que el año pasado. En 2019 durante los meses de agosto, septiembre y octubre se observaba una cierta estabilidad de la plaga con 341, 341 y 342 municipios afectados respectivamente. Sin embargo, estos tres mismos meses de 2020, el aumento ha sido de un 10,4% entre agosto y octubre, pasando así de 408 municipios afectados a 451.

Como explica el catedrático en entomología y control de plagas de la Universitat de València, Ricardo Jiménez, son cifras preocupantes al tratarse de un insecto que puede transmitir enfermedades como el Dengue, el Chikunguña o el virus del Zika. En los últimos cinco años este insecto ha doblado su presencia en nuestro país, registrando según el Ministerio de Sanidad, más de 1.800 casos de estas tres enfermedades.

Además del mosquito tigre, la cucaracha americana o de alcantarilla, las ratas de campo, las garrapatas, las aves y los chinches, son algunas de las principales plagas en la Comunitat. De forma más localizada, se encuentra la mosca negra en el norte de Castelló y en algunos puntos de la provincia de Valencia.

Tradicionalmente, la cucaracha oriental ocupaba el 80% del territorio valenciano, sin embargo, en los últimos años se ha visto sustituida por la cucaracha americana o de alcantarilla. El mosquito tigre lleva ya asentado 20 años, mientras que las cotorras argentinas llegaron hace una década ascendiendo en más de 28.000 ejemplares de estas vistas en nuestro país, como cifra SEO BirdLife.

El portavoz valenciano de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), Carlos García, asegura que el calor y el nivel de humedad del litoral mediterráneo propician una mayor presencia de plagas en nuestro territorio que en otras partes de España. De hecho, como afirma el catedrático Ricardo Jiménez, a medida que aumenta la temperatura crecen las generaciones de insectos al año.

Chinche asiática.

Más roedores y más palomas

Otro de los motivos de la multiplicación de estas plagas urbanas ha sido el confinamiento. Esta situación extraordinaria ha propiciado que tanto insectos, como roedores y aves campen a sus anchas. «Al haber menos gente en las calles estos tienen mayor movilidad y más espacio que colonizar», explica Jiménez. Otra razón es que, durante la primavera, no pudieron realizarse las tareas de mantenimiento necesarias para su prevención por el estado de alarma. Sin embargo, tras el confinamiento han aumentado de nuevo los encargos de desinsectación. Anecpla ha experimentado un incremento de un 10% en la erradicación de los mosquitos, según su portavoz en la C. Valenciana.

Respecto al uso de piensos esterilizantes para el control de las poblaciones de palomas en las ciudades, lo considera poco selectivo ya que si comen del mismo pienso todo tipo de aves, no cumple su cometido.

La Chinche común (Cimex lectularius) se ha incrementado un 20 % el pasado año en toda España, mientras que la chinche apestosa marmórea marrón Halyomorpha halys va en aumento. El descenso de las temperaturas propio de esta época del año hace que la chinche exótica busque el calor del hogar para protegerse del frío. El año 2020 ha sido en el que se ha empezado a detectar mucho más este insecto de origen asiático en la Comunitat Valenciana, según Pablo Vera, de SEO BirdLife.

La primera vez que se cita es en Estados Unidos en 1998, llegó accidentalmente y causó importantes daños y pérdidas económicas en muchos cultivos. Seis años después, en 2004, viaja hasta Europa, siendo vista por primera vez en Suiza. «Se desplazan con nosotros y se adaptan a la vida en la ciudad», explica Vera, la globalización favorece la dispersión de este insecto que se introduce en vehículos, contenedores o maletas, llegando así a otros países del resto del continente como Alemania, Francia e Italia en 2012.

En España aterriza cuatro años más tarde, en 2016, concretamente en Girona y no tarda mucho en extenderse por el litoral. Actualmente, se localiza en Madrid, Valencia, San Sebastián y Sevilla.

Así pues, Vera afirma que no se puede evitar que vengan, pero que una jardinería más autóctona complicaría el asentamiento de estos ejemplares. Una vez instaladas, erradicarlas es muy complicado, principalmente por las normativas de control de plagas en ambiente urbano, por ello, las autoridades competentes y los expertos manifiestan que la participación ciudadana es la mejor herramienta de control. El técnico Pablo Vera explica que en el caso de localizar estas especies en casa hay que atraparlas, fotografiarlas y compartirlas en aplicaciones como Natusfera, Biodiversidad Virtual o iNaturalist para que los expertos confirmen de qué especie se trata y contribuir, de este modo, a su localización e investigación. Si se está seguro de que es la Halyomorpha halys se debe sumergir en agua con jabón, ya que los insecticidas de los hogares no son eficaces contra esta chinche asiática.

Este insecto asiático tiene tres elementos claves que lo diferencian claramente de las otras especies autóctonas. La invasora cuenta con dos bandas blancas en las antenas, una cabeza rectangular y unos puntos blancos en el pronoto. Por su parte, la autóctona tiene tres bandas claras, la cabeza es triangular y la marmorización uniforme, clarifica Vera.

Un 20 % más de chinche común y también va en aumento la asiática


La Chinche común (Cimex lectularius) se ha incrementado un 20 % el pasado año en toda España, mientras que la chinche apestosa marmórea marrón Halyomorpha halys va en aumento. El descenso de las temperaturas propio de esta época del año hace que la chinche exótica busque el calor del hogar para protegerse del frío. El año 2020 ha sido en el que se ha empezado a detectar mucho más este insecto de origen asiático en la Comunitat Valenciana, según Pablo Vera, de SEO BirdLife.


La primera vez que se cita es en Estados Unidos en 1998, llegó accidentalmente y causó importantes daños y pérdidas económicas en muchos cultivos. Seis años después, en 2004, viaja hasta Europa, siendo vista por primera vez en Suiza. «Se desplazan con nosotros y se adaptan a la vida en la ciudad», explica Vera, la globalización favorece la dispersión de este insecto que se introduce en vehículos, contenedores o maletas, llegando así a otros países del resto del continente como Alemania, Francia e Italia en 2012.

En España aterriza cuatro años más tarde, en 2016, concretamente en Girona y no tarda mucho en extenderse por el litoral. Actualmente, se localiza en Madrid, Valencia, San Sebastián y Sevilla.


Así pues, Vera afirma que no se puede evitar que vengan, pero que una jardinería más autóctona complicaría el asentamiento de estos ejemplares. Una vez instaladas, erradicarlas es muy complicado, principalmente por las normativas de control de plagas en ambiente urbano, por ello, las autoridades competentes y los expertos manifiestan que la participación ciudadana es la mejor herramienta de control. El técnico Pablo Vera explica que en el caso de localizar estas especies en casa hay que atraparlas, fotografiarlas y compartirlas en aplicaciones como Natusfera, Biodiversidad Virtual o iNaturalist para que los expertos confirmen de qué especie se trata y contribuir, de este modo, a su localización e investigación. Si se está seguro de que es la Halyomorpha halys se debe sumergir en agua con jabón, ya que los insecticidas de los hogares no son eficaces contra esta chinche asiática.


Este insecto asiático tiene tres elementos claves que lo diferencian claramente de las otras especies autóctonas. La invasora cuenta con dos bandas blancas en las antenas, una cabeza rectangular y unos puntos blancos en el pronoto. Por su parte, la autóctona tiene tres bandas claras, la cabeza es triangular y la marmorización uniforme, clarifica Vera.