Los últimos relevos de altos cargos y personal funcionarial de primer nivel en el departamento de Justicia que dirige Gabriela Bravo ha culminado con el nombramiento de Begoña Meléndez como secretaria general administrativa. Se trata de un puesto clave ya que será la segunda de a bordo de la nueva subsecretaria de Justicia, Belén Cardona, quien sustituyó hace unas semanas al fiscal Gabriel Olmo. La marcha de este último alto cargo arrastró a Juan Carlos Guillén, quien en ese momento ocupaba la secretaría general administrativa, con lo que la plaza quedó libre.

Bravo ha acabado fichando a una alta funcionaria que durante los últimos años ha estado asignada al departamento que dirige la vicepresidenta Mónica Oltra. La consellera de Políticas Inclusivas conservó a esta alta funcionaria integrada en la estructura administrativa desde la etapa popular. Sin embargo, según fuentes consultadas por este diario, desde hacía tiempo Igualdad buscaba su propio relevo en la secretaría general administrativa.

Un movimiento que ha coincidido con la necesidad de Justicia de cubrir una plaza que ya ha tenido cinco titulares. El puesto de la SGA suele ser complicado de cubrir, ya que se necesita un perfil funcionarial muy concreto con conocimiento sobre los entresijos de la administración, sobre todo, el materia de procedimientos y personal.

Con el fichaje de esta alta funcionaria, el departamento que dirige Bravo espera encontrar algo de estabilidad ya que los relevos han sido continuos y, en la mayoría de los casos, sobrevenidos por discrepancias con la titular de Justicia.

Coincidiendo con los últimos relevos, Bravo ha reformado su organigrama, unos cambios para los que ha sido necesario modificar el decreto de estructura. Este decreto, junto con los relativos a los reglamentos orgánicos y funcionales, se desatascaron hace dos semanas al ser aprobados por el Consell, aunque aún está pendiente su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat.

Tal como informó este diario, Bravo suprime la Dirección General de Modernización de la Administración Pública y crea una nueva que colgará de la Secretaría Autonómica de Emergencias. Ello supondrá la salida de Yolanda Parrado, con quien también había discrepancias. La desaparición de esta dirección general, de la que dependía la Inspección General de Servicios. El órgano de control interno, pasará ahora a depender de la subsecretaría.