Los trabajos de prospección y localización de fosas comunes en el campo de concentración franquista de Albatera se encuentran en su última fase y estos días el equipo de arqueólogos efectúa sondeos mecánicos para tratar de ubicar posibles localizaciones.

El arqueólogo que lidera este proyecto, Felipe Mejías, explicó que se está trabajando «en función de los resultados preliminares del georradar y de un testimonio oral que vio un enterramiento en una de las zanjas que hizo para colocar los tubos».

La consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, visitó ayer los terrenos donde fueron represaliados alrededor de 20.000 prisioneros. «Se busca aportar luz a una de las páginas mas crueles de la postguerra», aseveró. Entre abril y noviembre de 1939 este campo de concentración se utilizó como centro de clasificación de prisioneros.