Casi medio centenar de agentes de la Guardia Civil destinados en el GRS (Grupo de Reserva y Seguridad) han tenido que ser aislados y puestos en cuarentena tras detectarse un brote con al menos nueve casos positivos. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) alertan de esta situación que se habría producido durante unos programas de instrucción en los que se concentra un gran número de agentes en espacios reducidos cerrados.

De hecho, el primer caso que se detectó hace una semana fue el de un instructor de dichos planes de formación en los que se realizan prácticas físicas, tanto en las dependencias del Instituto Armado de la calle Eugenia Viñes de València como en otras localidades a las que se desplazan en vehículos con hasta seis y ocho personas por coche, con el riesgo de alto contagio que ello supone.

Además, con el ejercicio físico las mascarillas clínicas no valen para nada y en apenas unos minutos están para tirar, aseguran fuentes de AUGC, quienes ya habían advertido del riesgo de contagio que había cuando se retomaron en junio los planes de instrucción.

Desde AEGC aseguran que dichos contagios son fruto «de la improvisación» y que se han producido durante programas de formación e instrucción «donde entendemos no se han respetado las mínimas condiciones de seguridad laboral y sanitaria». Asimismo instan «a la realización urgente de test a todos los componentes de esta unidad de élite de la Guardia Civil y a cambiar este método de trabajo que ignora cualquier medida de contención».

Algunas fuentes aseguran que se han dado casos de compañeros que han dado negativo en la prueba de antígenos y que pese a presentar síntomas se les ha hecho trabajar. Posteriormente alguno de ellos ha dado positivo en una segunda prueba PCR, de ahí el malestar generalizado en la unidad, ya que a su vez se han producido contagios a familiares. Un bebé se encuentra a la espera del resultado de las pruebas.

Pese a los primeros casos detectados, los programas de instrucción se han estado realizado hasta el pasado martes. Tras aumentar el brote y tener que aislar a los 40 agentes que habían participado en las mismas, se realizaron pruebas al personal de forma voluntaria entre el jueves y el viernes, permaneciendo aún una veintena de guardias confinados.