El estudio piloto «Predicol» con el que el CSIC analiza las heces de escolares de Paterna para obtener información sobre el riesgo de infección y protección frente al coronavirus de la población pediátrica, ha ampliado el número de estudios de 500 a 1.000 y ha incluido también a los familiares de los menores. De esta forma, según explicó ayer la profesora de investigación del IATA-CSIC Yolanda Sanz, el estudio que se realiza con la colaboración del Ayuntamiento de Paterna no solo determinará los factores biológicos no comportamentales de los menores, sino también recogerá datos de su vida social para mejorar los resultados.

«El objetivo del estudio es aportar datos científicos fiables, controlando tanto las variables biológicas como de comportamiento, para establecer conclusiones claras -indicó Sanz-. Si concluimos que hay niños que hasta cierto rango de edad están más protegidos que otros, estamos dando una información válida para tomar decisiones como el cierre de colegios de forma completa o parcial o incluso como distribuir la vacunación». «Al identificar los rangos de edad más vulnerables -añadió-, estamos ayudando a la sociedad y a las administraciones a distribuir mejor las vacunas».

En este sentido, la investigadora del CSIC señaló que el estudio Predicol puede confirmar de manera estadística que los niños de menor edad son más inmunes, y que esta inmunidad se va reduciendo conforme aumenta la edad. «Un estudio como este puede servir como base para ver cómo funciona el sistema inmune de los niños y dar información que sirva para distribuir las vacunas. Si los pequeños son menos sensibles al virus quizá se les pueda vacunar más tarde.