El Consell adquirirá en las próximas semanas un total de 8.000 purificadores de aire portátiles con filtros HEPA H13 para que los centros educativos puedan limpiar y filtrar el aire para reducir la posibilidad de contagio entre alumnado y profesorado, pues los aerosoles —o partículas— que quedan suspendidas en el ambiente juegan un papel crucial en la propagación del virus, según apuntan las investigaciones.

La medida fue presentada ayer por el presidente del Consell, Ximo Puig, y el conseller de Educación, Vicent Marzà, que explicaron que se dirige especialmente a los casos en los que el alumnado estudia con poca ventilación natural, más que por confort térmico.

Como apuntó el conseller, los aparatos —que adquirirá la Conselleria de Sanidad y se prevé que lleguen a los centros entre diciembre y enero— se usarán en las «aulas que no tengan suficiente ventilación natural» ya que, muchos centros, han habilitado este curso espacios inusuales para garantizar la presencialidad y la distancia interpersonal, como ‘halls’, gimnasios o comedores.

En concreto, desde el Consell detallan que los equipos «tienen como misión hacer circular el aire a través de filtros formados por fibras muy eficientes que retienen los virus, bacterias y otras partículas en suspensión como polvo y polen», por lo que se garantiza «un filtraje eficiente del aire del aula en el plazo aproximado de una clase». Así, los aparatos «pueden ser utilizados de manera alternativa por dos aulas, con lo que se garantiza el filtrado de ambas», apuntan.

Ventilación «permanente»

Los purificadores «llegarán al conjunto de los centros, públicos y concertados, de forma progresiva»,afirmó Marzà. De media, corresponderían cuatro por colegio o instituto (hay 1.845 en toda la C. Valenciana), si bien la cifra variará según las características en cada caso.

En relación a la ventilación de las aulas, Educación remitió ayer a los centros pautas concretas sobre cómo realizarla ante la llegada del invierno y la preocupación que han mostrado las familias.

Como premisa básica, «se recomienda disponer de ropa de abrigo cómoda» y se apunta que las «aulas han de estar permanentemente ventiladas», pero si esto no es posible por la meteorología o ruido, las instrucciones son ventilar «cada 25-30 minutos (al inicio y a la mitad de la clase) y durante un periodo de 3-5 minutos». Además, para garantizar la máxima renovación del aire, durante los cambios de clase y en las pausas o descansos se abrirán simultáneamente —y durante al menos 5 minutos— las puertas, ventanas y montantes (ventanas que dan al pasillo) de todo el centro educativo. Estas operaciones de ventilación se coordinarán por la dirección del centro y, si es necesario, se avisará a través de un toque específico de señal acústica o megafonía», apunta el nuevo texto. En los casos en los que la climatología sea muy adversa, también se recoge que podrán usarse los purificadores con filtros HEPA.

Estas medidas se han adoptado en base a las recomendaciones de investigaciones del IDEA-CSIC y la Asociación Mesura, en las que la Generalitat ha colaborado— que han desarrollado pruebas en centros valencianos, como apuntó ayer el investigador José Manuel Felisi.

Puig recordó que la estrategia valenciana frente a la pandemia «siempre ha tenido en cuenta el factor ventilación y cuando nadie hablaba en España de ello, nosotros pensamos que era un camino acertado». «La ventilación es clave, sobre todo la natural, pero hay lugares que necesitan tecnificación específica para garantizar la pureza del aire. De esta forma, se da un paso más para garantizar la máxima seguridad en las aulas», afirmó en referencia a los filtros.

Para CSIF, la adquisición de los aparatos es «tardía» y pide que los sistemas de filtrado se instalen en todos los espacios educativos para garantizar la seguridad de alumnado y docentes.

Se reduce el número de clases confinadas por primera vez en cuatro semanas

La semana pasada el número de clases valencianas confinadas total o parcialmente bajó de las 600 de un total de 47.000, lo que no ocurría desde principios de noviembre. Además se rompió la tendencia al alza que se registraba en las cuatro últimas semanas, desde el 16 de octubre. Más concretamente y según los datos de la Conselleria de Educación, la semana pasada, el 98,7 % de los 1.845 centros públicos y concertados siguieron las clases presenciales sin incidencias.

Si se tienen en cuenta los grupos confinadas anteriormente, 1.493 centros (el 80,9 %), no han tenido en los últimos días ningún aula parcial o totalmente confinada, a diferencia de los 352 que sí cuentan con algún grupo en cuarentena. Así, esta situación solo se da en 2 de cada 10 colegios e institutos.

En global, la semana finalizó con 599 clases afectadas, bajando de las 600 que se superaron a principio de mes y frente a las 628 de la semana anterior. Asimismo, los confinamientos iban en aumento hasta el pasado viernes, pues las cifras —aunque siempre minoritarias teniendo en cuenta el volumen de la enseñanza valenciana—, han ido en aumento a la par que se recrudecía la pandemia.

Desde el inicio de curso, es la segunda vez que baja el número de aulas confinadas y, en esta ocasión, confirma la tendencia de las dos últimas semanas, en las que los datos se habían estabilizado. Por tanto, los centros educativos han conseguido empezar a doblar su particular curva en esta segunda ola de la pandemia.

Brotes relacionados con entornos educativos se han registrado 43 nuevos en los últimos días, y el total ya es de 162.

«Las oposiciones son oportunidades para todo el mundo»

El conseller de Educación, Vicent Marzà, defendió ayer la convocatoria de oposiciones para Secundaria, que serán el 15 de mayo de 2021, tras ser aplazadas el curso pasado. A pesar de la oposición del Stepv, el conseller manifestó que generarán «oportunidades para todo el mundo» y son «positivas para los centros»: «generan oportunidades para el conjunto del profesorado, para estabilizar su situación laboral, y sobre todo dan oportunidades a los niños y niñas para tener plantillas mucho más estables», para que los proyectos educativos «tengan una larga duración». Esto «siempre lo ha deseado cualquier sindicato», apostilló el conseller.