Miércoles 18 de noviembre. Coincidiendo con una visita a Alicante, el jefe del Consell, Ximo Puig, anuncia su proyecto estrella en la provincia: la expansión de Distrito Digital, con una nueva sede en el muelle 5 del puerto de Alicante. Un desarrollo del que se lleva hablando desde hace casi dos años y que ha atravesado por algún que otro traspié, pero que debe empezar a tomar forma ese mismo viernes, cuando el pleno del Consell, según Puig, dé luz verde a la licitación de las obras.

Sin embargo, todo se tuerce un día después, en la reunión de subsecretarios que se celebra los jueves como paso previo al pleno del Consell, y que se celebra bajo la coordinación de la vicepresidenta y portavoz, Mónica Oltra.

En el orden del día, a propuesta de la Conselleria de Innovación, se presenta la propuesta de licitación de las obras. En la comisión delegada ya había recibido el visto bueno por unanimidad y el expediente está completo. Lo que a priori es un trámite sin más se convierte en un nuevo capítulo del pulso que mantienen Oltra y Puig: la vicepresidenta veta el proyecto y se escuda en que no hay acuerdo político.

El bloqueo llegaba cuando todo apuntaba a que Oltra estaba bajando el tono, tras el choque a cuenta de los 21 millones de euros reclamados por la Conselleria de Igualdad que no se habían incluido en los presupuestos y las discrepancias públicas y publicadas sobre las restricciones para contener el covid.

Ciudadanos sigue la negociación para mejorar las cuentas

Ciudadanos está dispuesto a seguir negociando con el Botànic para mejorar los presupuestos. La portavoz adjunta, Ruth Merino, asegura que en la Comunitat Valenciana es más sencillo que en España porque aquí no hay un partido como Bildu y sí formaciones con las que se puede hablar. Merino aseguró que las conversaciones siguen y ya están «consiguiendo cosas». La diputada afirma que las «rencillas» son problema de Puig y Oltra y a lamentó que «pierden el tiempo en lugar de dedicarse a los valencianos y no en estar sacando ‘tuits’».