La Confederación de Taxistas Autónomos de la Comunitat Valenciana advirtió ayer del «gran perjuicio» que sufre el sector ante la negativa de algunas marcas de coches a certificar como taxis algunos modelos de vehículo que hasta ahora sí se podía. El 24 de octubre pasado entró en vigor una modificación de la normativa estatal de instalación de taxímetros que, según los taxistas valencianos, «en la práctica está permitiendo a las marcas de fabricantes de vehículos limitar todavía más los modelos que se pueden poner como taxis «en función de las necesidades de ventas de un modelo u otro que tena la respectiva marca».

El resultado, señalan desde la Confederación, es que «cientos de taxistas en la Comunitat Valenciana no pueden obtener el certificado de un vehículo (en algunos casos incluso ya lo han comprado), sin poder trabajar o en el mejor de los casos poniendo un vehículo de menor categoría del elegido».