Acabar con la avispa asiática (vespa velutina) es posible, y la solución se encuentra en la Comunitat Valenciana. En Ibi, concretamente. Lo ha demostrado el investigador de la empresa Noelios, José Manuel Vigil, que ha creado una trampa selectiva para la avispa velutina, una amenaza para la biodiversidad autóctona. EVA (Eliminación Velutina Asiática) se llama la trampa capaz de atrapar a la especie asiática protegiendo al resto. Está diseñada de tal forma que los otros polinizadores no puedan entrar en ella o si por error lo hacen salgan en pocos segundos. Lo que muchos no saben es que la avispa velutina es alcohólica. Así pues, la trampa, fabricada en la localidad alicantina de Ibi, consigue atrapar a este insecto por el atrayente alcohólico del brebaje que contiene que, a su vez, repele a las abejas.

Además de esto, el comportamiento este insecto invasor, en el que se basa el diseño de la herramienta, favorece a la efectividad de la trampa. Vigil explica que «cuando una avispa velutina se siente amenazada llama a otros compañeros de nido para unirse al ataque a través de las secreciones de feromonas, acabando todas dentro de EVA».

La fórmula para hacer esa mezcla es: 250 ml de agua, 100 gramos de azúcar y 2,5 gramos de levadura seca. «Es la que da mejores resultados», según varias asociaciones y apicultores experimentados con los que Vigil ha trabajado durante meses hasta desarrollarla. También se puede hacer con 40 % de cerveza negra, 40 % de vino blanco, 20 % de zumo de arándanos y una gota de jabón líquido neutro. Sin embargo, desde Noelios prefieren la de agua, azúcar y levadura porque es «la solución más ecológica», aseguran. La duración de una carga de EVA es de 8 a 10 días. «Ahora estamos creando una más profesional basada en el sistema de funcionamiento de EVA, en la que la duración de la mezcla aumentará hasta 15 días», apunta Vigil. Esta futura herramienta está pensada para trampear a nivel profesional y, por ello, ofrecerán «un brebaje en grandes cantidades».

Desde Ibi se distribuye esta trampa a ciudades de toda España, sobre todo por el norte, donde la amenaza es mayor. Actualmente, tienen una gran demanda en Cataluña. Desde allí, la avispa puede entrar a Castelló, lo que preocupa a los agricultores de la Comunitat Valenciana.

El kit EVA solo necesita una botella de 1,5 o 2 litros, es de fácil montaje y todos sus elementos son biodegradables. Consta de una cuerda para colgar, un patrón adhesivo para situar la ventana a cortar, una puerta amarilla con dos juegos de gomas, una bolsa de 100 gramos de azúcar para la primera carga, siete gramos de levadura seca para tres cargas y cerámica para la superficie del atrayente, que impide que el resto de insectos se ahoguen y hace la fermentación más lenta. Por tanto, primero se pega el adhesivo por encima de la mitad superior de la botella, y se corta la ventana, después se introduce el brebaje y la cerámica de seguridad. Se coloca la tapa amarilla sujetándola con las gomas de fijación y ya está lista para colgar. Para facilitar la propagación del aroma del contenido se recomienda hacer varios agujeros con ayuda de unas tijeras. Cuando pasen los 10 días que dura esta mezcla, desde Noelios indican que «hay que retirar las velutinas capturadas, hacer recuento para llevar un control en la zona, lavar la botella y la cerámica de superficie y montar otra vez».

José Manuel Vigil insiste en que «hay que trampear con cabeza», es decir, por zonas y durante primavera y otoño. «Si tiene comida, la velutina no se mueve más allá de 380 metros de diámetro, por lo que se recomienda trampear por cuadrículas, como hacen desde Stop Velutina», explica Vigil. Está demostrado que la solución que llega desde Alicante para combatir a esta invasora asiática es efectiva, ya que fue capaz de acabar con 116.000 nidos de velutina en Asturias el pasado año.

El avispón asiático, especie invasora 

Todavía no está registrada de forma oficial en la Comunitat Valenciana pero la preocupación del sector apícola va en aumento, ya que en Cataluña es una realidad, y se teme que entre a Castelló expandiéndose por todo el territorio. Representa un serio riesgo para la apicultura, ya que es muy agresiva con las abejas melíferas.