La segunda ola de contagios en la UE supone un «considerable riesgo» para la evolución de sus economías y obligará a adoptar nuevos estímulos para impulsar la recuperación, según advirtió ayer el FMI en un informe sobre la zona euro.

El organismo que dirige Kristalina Georgieva subraya en su documento que las políticas fiscales nacionales, que hasta ahora han sido «una defensa vital contra la pandemia», necesitarán «dar un amplio apoyo durante un tiempo más largo del previsto inicialmente».

En su informe sobre la eurozona, el FMI advierte de que retirar el apoyo ya aprobado «demasiado pronto» corre el riesgo de «hacer descarrilar la recuperación», al tiempo que añade que los nuevos estímulos «deberían dar prioridad a los hogares más afectados y las empresas que tengan más posibilidades de ser viables tras la pandemia».

«A medida que se levantan las medidas de contención, habrá también necesidad para un mayor apoyo a la demanda agregada, en especial la inversión pública para facilitar las transformaciones digital y verde. Y a medida que la recuperación gana tracción, el foco debe cambiar a facilitar la relocalización de capital y trabajo, impulsar el crecimiento inclusivo y reducir las deficiencias fiscales», concluye el FMI.