El ocio nocturno conocerá mañana si la Generalitat Valenciana atiende una de sus principales reclamaciones: poder abrir sus establecimientos en horario diurno y equiparando su actividad a la que realiza la hostelería. Ese fue el compromiso adquirido ayer por el Consell en la mesa de trabajo creada con el sector tras la amenaza de algunos representantes del colectivo de iniciar una acampada indefinida ante el Palau como protesta por la falta de ayudas, ante la que el president Ximo Puig se abrió a negociaciones. A la reunión asistieron miembros de Presidencia, Sanidad, Turismo y Emergencias.

La secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro, se reunirá hoy mismo con la consellera de Sanidad, Ana Barceló, para valorar los «criterios técnicos» de esta medida y trasladar así el miércoles la decisión final respecto al ocio nocturno, que fue cerrado por decreto del Gobierno en agosto y permanece clausurado desde entonces. En cualquier caso, la reapertura no entraría en vigor antes del 9 de diciembre, fecha hasta la que está vigente el actual decreto de restricciones vinculadas a la crisis sanitaria.

Los representantes del sector insistieron ayer en que en ningún momento solicitan retomar ni su horario ni su actividad habitual previa a la pandemia sino «desarrollar la actividad de la hostelería, ofreciendo exclusivamente dispensación de comida y bebida, la utilización de terrazas y la actividad cultural».

El sector mantiene el pulso

Autorizar esta reconversión es una cuestión de «voluntad política», según Vicente Pizcueta, portavoz de la Coordinadora de Barrios de València, una de las organizaciones promotoras de la acampada y que estuvo ayer presente en la reunión. Pizcueta entiende que no es necesario un cambio en la licencia de actividad de estos establecimientos, sino que basta con que el decreto les autorice a realizar actividades que ahora mismo tienen «suspendidas» y mantenga el veto a aquellas como el baile.

«Si el miércoles no nos permiten reabrir, acamparemos», recordaba Pizcueta, que no duda del efecto que ha tenido esta protesta en el seno del Consell. «La reunión de hoy [por ayer] no se hubiera producido sin la amenaza de acampar», asegura. Asimismo, el colectivo mostró su «frustración» tras el encuentro porque Sanidad sigue criminalizando al sector y considerándolo como un factor de riesgo», cuando «la evolución de la pandemia» se ha agravado mientras estos locales han estado cerrados. «El 14 de agosto —cuando se decretó su clausura— había 380.000 contagios en España y ahora mismo se superan los 1,6 millones de casos», defendieron.

Tanto desde Salud Pública como desde la oficina de Turismo se reconoció ayer que las quejas del ocio nocturno son «legítimas» y que el Consell «trabaja en ayudas directas para evitar la pérdida de puestos de trabajo».

Hoy negocian las bases de las ayudas directas con Turismo

La segunda pata de la reunión de ayer estuvo centrada en las ayudas directas al sector, una medida ya avanzada por Puig pero que se empezará a concretar hoy en un nuevo encuentro del sector con el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. El ocio nocturno reclama que estas no se vinculen al componente turístico sino que lleguen por igual a todos los negocios con independencia de dónde se encuentran. Una vez se acuerden estos criterios y conforme avance la ley presupuestaria, se decidirá en qué partida se incluye el gasto asociado al rescate.