Las catas arqueológicas que se realizan en el Palacio de Justicia de València y sede del Tribunal Superior de Justicia han permitido a los arquitectos fechar y documentar las tres grandes intervenciones que ha tenido el antiguo edificio de Aduanas, construido en 1758 y declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional y Bien de Interés Cultural, y que ha tenido varios usos a lo largo de sus 261 años de historia. Inicialmente fue Real Casa de la Aduana pero también fue en 1828 fábrica de tabaco hasta su reforma en 1914 como Palacio de Justicia. En las décadas de los 50 y 60 se realizaron varias actuaciones parciales y una última intervención en los 90, que afectó, principalmente, a su fachada.

La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ha realizado una visita a las obras de las catas arqueológicas y de vaciado de los elementos añadidos en las últimas décadas, para mejorar la salud del edificio. Las obras de reforma permitirán modernizar los accesos, mejorar la comunicación vertical en escaleras y aparatos elevadores, y se aprovechará para ejecutar una redistribución integral del interior del inmueble para adaptarse a las necesidades actuales del TSJCV. Las obras, según informa desde la Conselleria de Justicia, incluirán la mejora del sistema de aislamiento tanto en sus fachadas como en las cubiertas y la carpintería exterior, y la renovación de las instalaciones de agua, electricidad y climatización basada en la geotermia, según han explicado responsables de la Conselleria de Justicia durante la visita de obras.

Las catas arqueológicas han permitido datar las tres grandes intervenciones en el edificio visibles en sus forjados: de madera en los inicios y el mas extendido, con estructuras metálicas de inicios del siglo pasado y el hormigón más moderno, de mediados del siglo XX. Algunas de estas estructuras, sobre todo las de hormigón, suponen un problema para la salud del edificio, por lo que está previsto retirarlas y darle "una solución constructiva que permita recuperar la capacidad portante del forjado" original, según explicaron los arquitectos de la subdirección de Infraestructuras de la Conselleria de Justicia, José Ignacio Casar Pinazo y José Miguel Montesinos.

El trabajo es ingente ya que se deberá actuar prácticamente en la totalidad de los 9.000 metros cuadrados del edificio (unos 2.000 metros por planta) para retirar los añadidos, sobre todo los de los años 50-60 del siglo XX. Entre ellos, por ejemplo, el estrado de 50-60 centímetros de tierra de la sala de la vistas donde se han celebrado grandes macrojuicios de la historia judicial valenciana como el juicio del caso Alcàsser, el de los trajes de Francisco Camps o el de la Gürtel de Fitur, que se retirará .

La previsión de la Conselleria de Justicia es finalizar las catas el próximo mes de enero, incorporar todos los hallazgos al proyecto de ejecución de las obras, y licitar las obras de intervención, valoradas en 24 millones de euros, el próximo año.