Las familias piden a la Conselleria de Educación que la opción de solicitar el menú escolar para llevar —una medida dirigida al alumnado en cuarentena por la covid-19—, esté disponible para todos los escolares confinados, no solo aquellos que lo estén junto al resto de su grupo.
Josep Albiol, presidente de la confederación de ampas Gonzalo Anaya, ve «positivo» los menús escolares para llevar, pero cree «que se tienen que ampliar también a los escolares usuarios del comedor escolar cuando son confinados de manera individual y no solo cuando se produce un confinamiento del aula». Y es que, como publicó Levante-EMV ayer, la medida que empezó a aplicarse este martes se limita al «alumnado usuario del servicio de comedor cuya aula esté confinada», y incluye a aquellos que estén cuarentena pero no se haya confinado a toda su clase.
Desde la Gonzalo Anaya consideran que «se puede mejorar este nuevo servicio y hacerlo extensivo a las diferentes situaciones del confinamiento del alumnado y proteger, de manera especial, el derecho a la alimentación de los escolares con beca total o parcial», si bien la comida para llevar la pueden solicitar todos los usuarios del comedor cuya clase esté confinada, pagando el precio habitual del servicio.
Esta semana, algunos de los 331 colegios con grupos en aislamiento ya han hecho efectiva la medida. Es el caso, por ejemplo, del CEIP Benimàmet, con una clase confinada y una familia que ha pedido recoger el menú. Desde el centro consideran que la medida es «útil para las familias, ya que puede cubrir una necesidad en un momento dado, sobre todo a aquellas más necesitadas, que contarán con comida caliente cada día para sus hijos».
En este caso, la empresa que gestiona el comedor es Colevisa y su directora general, Isabel Martínez, coincide en que la medida responde a «una realidad y necesidad social» , sobre todo con los becados. En este caso, preparan los menús en envases de plástico, siempre «manteniendo la temperatura en frío o caliente en cada caso» y, además del primer plato, el segundo, el postre y el pan, añaden una pequeña ensalada. Asimismo, todo va etiquetado con la especificación de alergias u otras circunstancias a tener en cuenta en la alimentación del menor (por ejemplo, menús sin carne), y la bolsa se cierra —poco antes de su recogida— con una etiqueta con el día.
Por otro lado, en Caterguai, empresa de cátering, también han repartido esta semana varios menús en la Safor. «Cada familia tiene una situación diferente, pero sí es una idea buena, a muchas les viene muy bien esta opción, sobre todo si viven cerca», explica Juan Montalvà, gerente de Caterguai. En este caso, los colegios detallan cuantos menús para llevar necesitan y estos ya llegan preparados para su recogida.
IRCO, otras de las empresas dedicada a los comedores escolares, ha suministrado a sus centros envases de un solo uso en los que se introducen los alimentos y ya prepara un sistema para que los colegios detallen cuántos de sus comensales recogerán su menú cada día.
Según las instrucciones de la conselleria, el precio de los menús es el habitual y, si las familias no lo solicitan, las empresas recibirán 1,25 euros por día y alumno confinado, por el gasto del personal de cocina.
