PCR, test serológico, test rápido o la prueba de antígenos... y ahora el TMA. Una nuevas siglas que llegan para quedarse. Son el acrónimo en inglés de Amplificación Mediada por Transcripción (AMT en ingles) y desde hoy es una alternativa válida para poder entrar a España por todos los aeropuertos internacionales, siempre y cuando el resultado sea negativo, claro. Se trata de otra prueba más disponible entre todo el arsenal de test que existen para detectar positivos por coronavirus.
¿Pero en qué se diferencia de la prueba PCR?
Para el usuario, en nada. Hay poca diferencia, las dos técnicas se centran en localizar la presencia del virus en el cuerpo y no la reacción inmunológica que genera en el paciente, por lo que ambas permiten localizar infecciones activas y no pasadas. El procedimiento de toma de la muestra es idéntico. Se toma un frotis de tejido mediante un bastoncillo a través de la nariz para extraer material celular y comenzar a buscar restos genéticos del coronavirus en esas células.
¿Pero entonces? Existen tres grandes diferencias. La primera, más técnica, es que la prueba se basa en la replicación del ARN y no del ADN (como hace el PCR). La segunda, un ahorro significativo de tiempo en el laboratorio. Llevar a cabo una PCR para localizar restos de ADN del coronavirus puede tardar una media de 4 horas. En el caso de las TMA, este tiempo se puede reducir a la mitad. Lo mismo sucede con la tercera diferencia, el coste. Una PCR oscila entre 70 y 100 euros según laboratorios, la nueva alternativa algo menos.
Por todo esto el ministerio de Sanidad ha decido incluir las nuevas TMA entre los requisitos necesarios que desde hoy muchos tendrán que cumplir para volver, al menos por avión, a España para pasar las próximas fiestas navideñas.
Por otro lado. Esta nueva prueba, más barata y rápida, podría convertirse en una de los test más demandados durante las próximas semanas dado el interés de muchos por descartar su contagio antes de acudir a las cenas y reuniones navideñas.
