Un total de 4.683 personas fallecieron en su propio domicilio entre los meses de marzo y mayo de este año, los más duros de la primera ola de la pandemia, en la Comunitat Valenciana. El dato, no solo supone un importante repunte respecto al año anterior, sino que se trata de la cifra más alta de al menos el último lustro, a tenor de los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En concreto, el número de personas que perdieron la vida en su propia casa es de 790 más que en el 2019. Hay que tener en cuenta que se habla de muertes repentinas, complicaciones de enfermedades existentes o de personas que estaban en situación terminal, entre otras situaciones. A estas, claro está, en este 2020 hay que añadirle el coronavirus.

Pero a ese importante aumento de fallecimientos en el propio hogar, al causante de la pandemia que atenaza al país desde hace nueve meses solo se le pueden atribuir un total de 141 decesos, sumando tanto a aquellos que tenían el contagio confirmado mediante PCR y a quienes no se les practicó esta prueba pero presentaban síntomas cuando fallecieron y así quedó señalado en sus certificados de defunción que firmaron los médicos.

Por tanto, 4.542 personas murieron en sus domicilios entre marzo y mayo por causas que, en principio, no tienen que ver con el covid-19, lo que sigue suponiendo la cifra más alta de los últimos cinco años, con un incremento de 649 respecto al 2019.

Aunque no de forma directa, en realidad el coronavirus, más bien la situación social y sanitaria creada por la pandemia, sí que tiene incidencia en estos datos. Eso significa que la gente acababa falleciendo en sus casas porque durante esos meses no acudía al hospital ni a los centros de saluda tratarse de dolencias que podían padecer. La orden de las autoridades sanitarias de que no se acudiera a centros de salud y hospitales con el fin de evitar la saturación y el temor de las personas a desplazarse hasta los espacios sanitarios por temor a contagiarse ha provocado que a más gente de lo habitual la muerte le haya sobrevenido en casa. En parte, el aumento de muertes en el propio domicilio tiene que ver con el confinamiento al que estuvo sometida la ciudadanía durante dos meses, precisamente en los que se registra el incremento de muertes.

Entre los años 2016 y 2019, el número de fallecidos en el hogar mantenía una linea más bien estable, que variaba en unas pocas decenas hacia arriba o hacia abajo, como los 93 muertos menos en 2019 respecto al 2018 o los 70 más en que ese ejercicio se diferencia del 2017, hablando siempre de los meses de marzo, abril y mayo. En cambio, este 2020 la curva se dispara con esos 790 casos.

Más de 330 muertes al mes

Si se compara por meses, también se aprecia a la perfección que existe una incidencia mucho mayor este año más allá de la situación del coronavirus. Enero y febrero de este año mantienen la línea de los anteriores ejercicios, con 1.618 y 1.400 fallecimientos respectivamente. En cambio, en marzo y abril hubo un aumento de más de 330 casos de defunciones en el domicilio respecto a los mismos periodos del 2019.

Con todo, la conclusión es que la pandemia no solo ha afectado a la salud por el virus propiamente dicho, sino que ha hecho que muchos valencianos y valencianas hayan descuidado otro tipo de enfermedades o avisos que les ha dado su organismo, obviando la visita al centro sanitario, lo que ha llevado a perder vidas.

En los cinco primeros meses del año fallecieron en sus casas un total de 7.701 personas. Curiosamente, tanto en el mes de enero como en el de febrero de este 2020 se registraron menos fallecimientos de esta tipología que los cuatro anteriores. La pandemia, por tanto, hizo que se registrara un importante rebote.

Nadie el pasado mes de enero podía imaginar que una pandemia como la que sufre el país en estos momentos cambiaría tanto la sociedad y alteraría la vida de tanta gente tanto de forma directa, por los efectos de la propia enfermedad, como indirectamente por todo lo que ha supuesto.