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El próximo presupuesto ya enfrenta al Botànic seis meses antes de negociarse

La fórmula con la que se han elaborado las cuentas en estos seis años está muy cuestionada por los socios del PSPV, especialmente en Compromís - La tensión generada este año ha roto puentes y de momento no es posible pactar otro modelo

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, el día que llevó a las Corts el presupuesto de 2021. | LEVANTE-EMV

El proceso de negociación del próximo presupuesto, el de 2022, que no comenzará hasta después del verano, genera ya tensiones en el Botànic mucho antes de que empiece a gestarse. En puertas de que se aprueben las cuentas autonómicas de 2021, en el pleno de las Corts del día 23, la fórmula por la que se han elaborado los presupuestos del Consell en estos seis años está muy cuestionada por los socios del PSPV, especialmente en las filas de Compromís donde consideran el modelo agotado.

Además, la tensión para cerrar las cuentas de este año, que tuvo su momento álgido con la acusación de la vicepresidenta, Mónica Oltra, de que sus partidas estaban falseadas ha dejado una herida sin cicatrizar. Fuentes del Consell señalan que es tradición desde el primer Botànic que hasta el último segundo, Oltra apriete para aumentar el presupuesto de su conselleria, pero este año la cuerda se estiró tanto que se ha roto.

El presupuesto es la ley más importante del año y los socios del PSPV están decididos a que deje de ser una negociación entre el conseller de Hacienda, Vicent Soler, y el resto de departamentos. Consellers con los que ha hablado este diario lamentan que lo habitual es conocer las cuentas del resto de consellerias el mismo día que se aprueban y se presentan.

«En todos los gobiernos, Hacienda tiene un papel que es necesario aunque pueda no ser agradable y está obligada a hacer una propuesta, es una obligación constitucional, y ocurre en todos los gobiernos», afirma, el conseller de Hacienda, Vicent Soler.

En Compromís aseguran que la forma de negociar el presupuesto ha saltado por los aires y que el próximo año tiene que ser distinto sí o sí. En una reciente comparecencia, Oltra dijo que el presupuesto debe ser «de elaboración colectiva», de forma que «corresponsabilice» más al resto de departamentos para aliviar «el estrés» al que se somete a la Conselleria de Hacienda.

«No creemos que el actual sistema sea el adecuado, proponemos que el mecanismo de negociación cambie y pasar a conformar un documento presupuestario que sea fruto de un acuerdo global, transversal y que mejore la eficiencia y evite duplicidades», resume el síndic de Compromís en las Corts, Fran Ferri.

El problema es cómo mejorar ese proceso de negociación. El asunto genera discrepancias intensas y ha salido recientemente, sin que se llegara a ningún acuerdo, tanto en la última reunión de la comisión de seguimiento del pacto del Botànic como en el encuentro entre el presidente, Ximo Puig, y la vicepresidenta Oltra que sirvió para normalizar las relaciones tras semanas de tensión.

«Que me digan cómo quieren hacerlo», dice Soler. «Nuestra distribución se realiza a partir del diálogo, pero tienen que casarse las posibilidades con las necesidades porque muchas veces las consellerias pueden plantear un desiderátum», asegura el conseller de Hacienda a este diario.

Otras fuentes socialistas añaden que no hay alternativa a esta fórmula y que el modelo no puede ser asambleario ni que se decida en la comisión del Botànic.

Con acuerdo de los partidos

Pero Compromís insiste en pasar de una confección radial de los presupuestos, con acuerdos entre Hacienda y cada conselleria, a una fórmula que tenga primero el acuerdo de los partidos que componen el Pacte del Botànic.

La síndica de Unides Podem, Naiara Davó, ve normal que haya diferencias y aboga por «mejorar» la cultura de pactos. Mientras, la fórmula de negociación apunta a generar aún más tensión.

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