La incidencia y prevalencia de esta enfermedad sistémica parece que «va en aumento» en los últimos años en la población española, según advirtió ayer el doctor Miguel Ángel Belmonte, del Hospital General de Castelló, quien participó en la primera mesa de las Jornadas de Actualización de Lupus que ha organizado los días 11 y 12 de diciembre la Sociedad Valenciana de Reumatología (SVR).

El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad que afecta al sistema inmunitario y que puede ser grave, por lo que resulta fundamental detectarla a tiempo para tratarla cuanto antes y evitar así que se produzca una afectación de los órganos vitales como el corazón, riñones o cerebro.

En los datos recogidos en el informe Episer2016, la prevalencia del lupus era de 210 casos por cada 100.000 habitantes, la cual era bastante superior a la encontrada anteriormente. Dicho incremento puede deberse, en parte, a que ahora se detecta con más precisión y precocidad la enfermedad.

En relación con la presencia del lupus en el ámbito internacional, existen variaciones en función de la zona geográfica y de la raza, siendo la población afroamericana la que presenta una mayor prevalencia de esta patología que suele ser entre tres y cuatro veces mayor que en la población caucásica. Durante la presentación de las jornadas, el presidente de la SVR, Francisco Navarro, incidió en que ahora se empiezan a tener tratamientos biológicos, como es el caso del pelimumab, un tratamiento biológico que permite bloquear a las células que provocan lesiones en los órganos. Navarro explicó que cuando se da una afectación articular es un signo inicial de la enfermedad.

En la mesa de comorbilidades, se analizaron los distintos tipos cutáneos y su relación con la patogenia. En este sentido, el dermatólogo José Pedro Devesa del Hospital General Universitario de Alicante incidió en que la mayoría de lesiones cutáneas provocadas por el lupus «se agravan con la exposición solar», de ahí que se recomiende el uso de fotoprotectores como tratamiento complementario a los tratamientos orales que siguen los pacientes.

Dentro de la tipología descrita se encuentran tres tipos principales de LES (agudo, subagudo y crónico), y dentro de los crónicos existen cinco subtipos.