«Siento que soy otra persona», aseguró este viernes Alí Amnad Rifi, un paciente marroquí de 30 años al que el cirujano Pedro Cavadas extirpó una neurofibromatosis gigante de 13 kilos que hacía que la cara le llegara por debajo de la cintura.

El paciente, que está totalmente recuperado, ha sido intervenido en el Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre tres veces, la dos primeras en octubre y noviembre de 2019 y la tercera estaba programada para abril de 2020 pero debido al confinamiento por la pandemia tuvo que realizarse el pasado mes de octubre.

En rueda de prensa, Cavadas calificó el caso de este joven marroquí como «el caso, de cero a diez, era once» y destacó que en sus casi veinte años operando en África, «donde hay de todo», se trata «con diferencia» de la neurofibromatosis tipo 1 más grande que ha visto.

Según explicó el cirujano, cuando Alí, que solo habla árabe, llegó a la consulta «insistía en algo del cinturón. Resultó que se abrochaba la cara con el cinturón para poder manejarla».

Destacó que la intervención, de gran complejidad, fue posible por un equipo quirúrgico anestésico «excelente», ya que el problema «no era solo quirúrgico», pues por la enfermedad tiene una deformidad esquelética, los pulmones mucho más pequeños y el manejo anestésico y de reanimación es más complicado y hay que dosificar las cirugías».

Vida normal

«No lo hemos dejado perfecto porque no se puede quitar más sin dejar una parálisis facial, y es lo máximo que se puede conseguir», aseguró Cavadas, que resaltó que se ha pasado de «un paciente que prácticamente no podía hacer vida normal a uno que no solo la hace sino que además posa tipo estrella del rock y creo que se ha echado ya dos novias», añadió.

Preguntado sobre si hay peligro que le vuelva a crecer, el cirujano explicó a los medios que las neurofibromatosis crecen durante un tiempo y luego paran, pero en su caso era tan masiva la deformidad «que podría crecer un poco porque es joven. Pero si fuera así, volveremos a operarlo», zanjó Cavadas.