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La rivalidad se encona en la derecha

La abstención de Cs a los presupuestos de la izquierda desata la tensión con el PP que cree que el giro de Cantó refuerza a Puig

Bonig señala a Cantó en el hemiciclo de las Corts antes de un pleno. levante.emv

No solo en el Botànic se detectan grietas en los últimos meses, aunque sean las más llamativas porque el pacto reúne al tripartito que gobierna. El bloque de la derecha también anda revuelto.

El debate de presupuestos ha registrado momentos que señalan que la rivalidad se ha enconado también entre las formaciones del centroderecha valenciano.

La abstención de Ciudadanos al presupuesto de la izquierda que permite, especialmente entre los socialistas, sacar pecho después de aprobar unas cuentas que han registrado el mayor apoyo de la historia del autogobierno, ha hecho estallar a los populares.

La propia lideresa popular, Isabel Bonig, respondió con dureza cuando supo el sentido del voto del partido de Cantó, al asegurar que Ciudadanos es un partido en extinción. Las invectivas al partido de Cantó eran ya habituales desde hace meses y también son cotidianas desde la bancada de Vox, formación a la que los populares tratan con guante de seda, como si esperaran primero liquidar las opciones de Cs, para luego entrar a la batalla con Vox.

«Nos han llamado traidores, veletas, ingenuos... nos han dicho de todo», se sinceraba hace unos días el diputado de Cs Tony Woodward, uno de los que ha llevado el peso de la negociación que estuvo a punto de llevar a Ciudadanos a las cuentas del Botànic.

Entre los populares lamentan que la estrategia de Cantó refuerza al jefe del Consell e incluso se han lanzado burlas desde la bancada popular a la de Ciudadanos cuando el líder de la formación naranja anunció que tenía un acuerdo con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para no subir impuestos y a renglón seguido el Botànic pactó la subida. «Os han engañado», se escuchó desde las filas populares hacia Cs.

«El PP no ha conseguido nada»

Cantó responde que su partido ha estado a la altura de lo que la ciudadanía espera de los políticos en un momento tan excepcional como el de la pandemia y replica que ni el PP ni Vox han sido capaces de conseguir nada para los valencianos mientras Ciudadanos ha logrado incluir en los presupuestos un fondo covid de 76 millones, bonos a colectivos afectados o más sanitarios y personal de residencias. Pero la reacción de Bonig no se hizo a esperar. La presidenta de los populares asegura que esa relación tan estrecha entre el presidente Puig y el líder de Ciudadanos les beneficia porque deja a los populares todo el campo de la oposición y los convierte en la única alternativa al Botànic ya que deja a Cs sin margen de respuesta al Consell una vez se ha abstenido en las cuentas.

La bronca se ha enconado pero no es nueva. El pasado verano, cuando se concretó el acercamiento de Cs hacia los socialistas, Bonig ya pasó al ataque.

Entonces apuntó a la existencia de una estrategia orquestada desde el Palau con el objetivo de arrinconar al PP junto a Vox y de hacerlo aparecer como el partido radical y crispado, que solo genera crispación frente al Ciudadanos centrado que trata de llegar a acuerdos en tiempos excepcionales. Bonig siempre trata en público de rehuir el cuerpo a cuerpo con Cantó y cuando le preguntan suele decir que no comenta estrategias de otros partidos. Pero la tensión entre ambos es evidente.

Así, la situación ha dado un vuelco en poco más de un año. La legislatura comenzó en 2019 con un encuentro entre Bonig y Canto en el que acordaron que los dos partidos se apoyarían en una estrategia constante de acoso y derribo al Botànic. Ambos se apoyaron para que la derecha lograra una treintena de alcaldías, entre ellas la de Alicante pero esa cifra se ha ido compensando. Entonces los dos pugnaban por el liderazgo de la oposición, aunque el desplome de Cs en noviembre de 2019 dejó a Canto en desventaja.

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