La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica destina 1,5 millones de euros a inversiones postincendio en Llutxent, tras el fuego que en 2018 afectó a seis municipios y calcinó cerca de 3.000 hectáreas. Más de medio centenar de personas han trabajado en las actuaciones de reparación, restauración y recuperación ejecutadas conjuntamente por las direcciones generales de Prevención de Incendios y de Medio Natural.

El balance de las obras, cuyo plazo de ejecución terminó el pasado 15 de noviembre, comprende una amplia batería de acciones para conservar el suelo, recobrar la vegetación y reconstruir el equipamiento tras el incendio, el más grave registrado en la Comunitat Valenciana en los últimos ocho años.

Trámites a tiempo

La secretaria autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Paula Tuzón, ha remarcado en un comunicado el esfuerzo de la administración para tramitar a tiempo la justificación de los proyectos por parte de los Ayuntamientos beneficiarios de unas ayudas directas por valor de 939.278 euros.

A los 939.000 euros destinados a los Ayuntamientos para inversiones en la zona, se suman los 600.000 correspondientes a los trabajos de emergencia realizados durante los primeros seis meses posteriores al incendio.

Así, en esta primera fase la Conselleria completó la construcción de 6.497 metros lineales de fajinas y 324 metros cúbicos de albarradas -dos elementos destinados a evitar la erosión y retener el suelo- y gestionó 1.549 metros cúbicos de madera, entre otros trabajos. Solo en conservación de suelos y retención de sedimentos se ha gastado el 42,5 por ciento del presupuesto total que se ha desarrollado en los muncipios de Barx, Gandia, Llutxent, Pinet y Quatretonda.

El director general de Prevención de Incendios, Diego Marín, ha destacado que las primeras actuaciones postincendio tienen dos objetivos fundamentales: evitar la pérdida de suelo y prevenir accidentes motivados por la caída de troncos en la calzada o en caminos y pistas forestales.

Por su parte, el director general de Medio Natural, Benjamín Marín, ha valorado la coordinación de los trabajos ya que de la rápida actuación para mantener el suelo depende la evolución de la siembra de parcelas, la plantación de 850 árboles y núcleos de repoblación, así como la restauración del paisaje. En materia de equipamiento los trabajos se han centrado en recuperar rutas y senderos como las de los Monasterios (un recorrido de 90 kilómetro) o la del PR-CV 434 de 18,4 km de distancia y en la reposición de comederos y bebederos para animales y cajas nidos de aves insectívoras.

Ahora comienza un periodo de seguimiento del comportamiento de la revegetación natural de la zona afectada sobre la que, tras una evaluación, se diseñarán las tareas de gestión necesarias para prevenir el riesgo de incendios.