Un hombre de 61 años murió ayer tras precipitarse por el hueco del ascensor en un apartamento de Benicàssim. El infortunio ocurrió durante la tarde-noche del día 31 de diciembre cuando, al parecer, el hombre intentaba salir del elevador que se había averiado.

La caída se produjo desde una altura equivalente a un octavo piso, altura en la que se encontraba averiado el ascensor. Por ello, los servicios de emergencia que acudieron al lugar de los hechos en cuanto se les dio el aviso no pudieron hacer nada para salvar la vida del accidentado más allá de certificar su defunción.

Los profesionales sanitarios que acudieron al edificio sí asistieron a una mujer de unos 44 años por una crisis de ansiedad provocada por el suceso. Los hechos sucedieron sobre las 19:30 horas del jueves y a las nueve de la noche todo había concluido definitivamente.