Una de las primeras sentencias de muerte para un pueblo es la ausencia de niños y niñas. La falta de expectativas en el porvenir y no ver crecer a quienes podrían ser los jóvenes y adultos del futuro y darían continuidad a la vida en los pequeños municipios —sobre todo del interior de la Comunitat Valenciana—, es uno de los indicadores más alarmantes de la despoblación.

Bien lo saben en más de un centenar de pueblos que, en todo un año, han dado la bienvenida únicamente a un recién nacido o a ninguno: son 116 en total, es decir, uno de cada cinco localidades de la Comunitat, que cuenta con 542. En concreto, hay 73 pueblos valencianos que, si bien algunos de ellos sí cuentan con menores de diferentes edades entre sus habitantes, no han registrado ningún nacimiento durante 2019.

Según los datos de la reciente actualización del Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia más castigada es la de Castelló, con 34 pueblos en los que no se registraron nacimientos en 2019; seguida de 20 ubicados en las comarcas de València; y 19 en Alicante. Como se observa en el listado, en la provincia de València una de las comarcas más afectadas es la Vall d’Albaida, ya que no nació ningún bebé en Aielo de Rugat, Carrícola, Pinet, Rugat, Sempere o Terrateig. Otras también son los Serranos (por Andilla, Benagéber y Calles), así como el Rincón de Ademuz (Casas Altas, Casas Bajas, Puebla de San Miguel o Vallanca). Tampoco hubo nacimientos en Estubeny, Torrella, Vallés (la Costera); Castellonet de la Conquesta, en la Safor; Gátova (Camp de Túria); Villagordo del Cabriel (Requena-Utiel) o Zarra (Valle de Ayora-Cofrentes). Además de estos, hay que sumar otros 43 municipios en los que solo consta un alumbramiento: 20 de Castelló (algunos son Ares o Vistabella del Maestrat y La Jana), 16 de València (Alcublas, Alfara de la Baronia, Algar de Palancia, Almiserà, Beniatjar, Benisuera, Caudete de las Fuentes, Dos Aguas, Gestalgar, Higueruelas, Millares, Montixelvo, Quesa, Salem, Segart o la Yesa) y siete de Alicante (por ejemplo, Alcalí o la Vall de Gallinera).

Aunque preocupantes, estos datos no reflejan una gran variación respecto a los últimos años. En 2018, la cifra de municipios sin nacimientos fue exactamente la misma que en 2019, 73 de toda la Comunitat Valenciana; y diez años antes, en 2009, fueron 65; mientras que hace dos décadas, 71 localidades contaban con el triste dato, según los registros del INE.

En total, en 2019 nacieron 37.324 bebés valencianos, mientras que en 2018 fueron 38.018. Ahora habrá que esperar para ver cómo ha influido la pandemia y el confinamiento por la covid-19 en la natalidad.

Una veintena de municipios no tiene a ningún niño menor de 5 años

Más allá de no registrar nacimientos, hay localidades que tampoco cuentan entre sus vecinos con niños y niñas de otras edades. Es el caso de un total de 22 municipios de la Comunitat Valenciana que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 no tenían empadronados a niños menores de 5 años. Más de la mitad de los pueblos pertenecen a Castelló y 10 a Alicante y València (Carrícola, Puebla de San Miguel, Rugat o Sempere). Además, la situación es más preocupante si cabe en siete de los 542 municipios valencianos, donde no tienen a ningún menor de 10 años. Son: Tollos, en Alicante; Puebla de San Miguel, y Sempere en València; y Castell de Cabres, Higueras, la Torre d’En Doménec y Vallibona en Castelló. Para luchar contra la despoblación, el Consell está llevando a cabo varias acciones, como la instalación de cajeros en zonas rurales o la reapertura de escuelas, como la de Almedíjar. Precisamente la educación es un factor clave para retener a las familias.