La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha empezado a reducir el exceso de pino blanco (Pinus halepensis) en parajes forestales que han sufrido incendios de forma reiterada, potenciando a su vez la carrasca. Algo que no implica sin embargo la sustitución de ninguna especie por otra, advierten desde el departamento de Mireia Mollà. De ahí que se actúe para atajar la hiperdensidad de coníferas pináceas en puntos como Chelva, Andilla y Cortes de Pallás.
El objetivo es mejorar el estado del bosque, con ecosistemas más resiliente y ricos. Las actuaciones supondrán unos 26,5 millones de euros y persiguen recuperar las zonas castigadas por grandes fuegos con intervenciones que fomenten un mejor desarrollo de la vegetación forestal. Los trabajos incluyen el resalveo de carrascas para la eliminación selectiva de los brotes de la cepa dominados, deformes, torcidos o puntisecos, quedando los mejores libres de competencia.
El debate sobre los problemas que genera el pino blanco lleva ya tiempo sobre la mesa y no son pocos los colectivos ambientalistas que reclaman medidas a la administración. Históricamente era una especie utilizada en las repoblaciones porque se adapta muy bien a los suelos pobres y poco profundos. «Soporta bien la aridez del suelo valenciano y se mantiene y se ve favorecida por los incendios, ya que recoloniza muy bien al liberar gran cantidad de semillas», explica Benjamin Pérez, director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental. «Esto último genera efectos no deseados, porque causa densidades exageradas en zonas incendiadas repetidamente», incide.
Más que plantar, reordenar
Para Pérez, el objetivo no es otro que favorecer «ecosistemas más resilientes y ricos». La propia consellera ya puntualizó que más que plantar quince millones de árboles en diez años, como avanzó el president Ximo Puig, y siguiendo la propuesta de la Unión Europa Objetivo Reforestación que pretende plantar 3.000 millones de árboles en 10 años, lo que se persigue es la reordenación forestal. Muchos puntos del interior se convierten en verano en un auténtico polvorín. Situación que los últimos temporales han acabado de agravar.
Obras adjudicadas
En la misma línea, desde Medio Natural se asegura que tienen muy avanzadas las adjudicaciones de obras en las demarcaciones forestales de Alcoi, Altea y también Chulilla por más de tres millones de euros. «Durante 2021 esperamos iniciar nuevas actuaciones, cofinanciadas con fondos Feder o bien con los nuevos fondos de recuperación del Plan de Recuperación y Resiliencia España Puede», apuntan.
