Más de 320.000 valencianos y valencianas que viven en 29 municipios empezarán a partir esta medianoche y hasta el próximo 20 de enero inclusive, lo que se puede considerar un confinamiento «light», pues sus poblaciones estarán cerradas perimetralmente y, a las limitaciones generales anunciadas por el presidente Ximo Puig y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, se suman otras mucho más restrictivas por los últimos malos datos de contagios registrados.

En concreto, se trata de poblaciones de un total de 17 comarcas de toda la Comunitat Valenciana, si bien la mayor parte se concentran en la provincia de València, especialmente en l’Horta Sud (Massanassa, Sedaví, Alfafar y Benetússer, Llocnou de la Corona), Vall d’Albaida (Benigànim de nuevo, Ontinyent y Quatretonda) y la Costera (Canals, Xàtiva y Moixent). Además, en la Safor se cierran Daimús y Oliva; en Utiel-Requena, Sinarcas y Utiel; las capitales de Camp de Túria, Llíria, y el Valle de Ayora, Ayora; Sollana en la Ribera Baixa y Guadassuar en la Alta; Cheste en la Hoya de Buñol; Anna en la Canal de Navarrés; y Bonrepòs i Mirambell, en l’Horta Nord.

Asimismo, de Castelló se ha decretado el confinamiento perimetral de Borriol (la Plana Alta); Atzeneta del Maestrat (l’Alcalatén) y Soneja y Jérica (Alt Palancia); mientras que en Alicante de Alcoi y Castalla (l’Alcoià); y Polop (la Marina Baixa).

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Se considera que estos municipios tienen una «incidencia crítica» de la pandemia, según calificó ayer el jefe del Consell, por lo que se pretende frenar el avance del virus entre sus vecinos con estas medidas. En todos los casos, se trata de poblaciones que oscilan entre los 263 y los 1.808 casos de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes según los datos del pasado lunes, que recogen los 14 días anteriores. Además, hay hasta 11 pueblos que superan los 1.000 casos de incidencia acumulada, lo que cuadruplica los 250 que ya marcan una situación de alerta. Son: Quatretonda (1.808), Benigànim (1.746), Moixent (1.673), Anna (1.598), Ayora (1.581), Daimús (1.507), Utiel (1.309), Polop (1.188), Canals (1.096), Bonrepòs i Mirambell (1.165) y Alcoi (1.049). De estos, los datos más llamativos son los de Polop, Daimús, Benigànim o Anna que, el 17 de diciembre tenían 20, 96, 222 y 190 casos por 100.000 habitantes respectivamente, y en poco más de dos semanas se han disparado.

Para decidir el cierre perimetral y la adopción de más restricciones, además de esta incidencia acumulada Sanidad también tiene en cuenta otros parámetros, como la tasa de hospitalizaciones; la presión asistencial; la situación del hospital de referencia o la previsión de la evolución de la pandemia.

En este primer confinamiento «en cadena» de municipios tras el general de marzo y los casos puntuales antes de otoño, el mayor «daño colateral» lo padecen en Llocnou de la Corona donde, con poco más de un centenar de habitantes y ningún caso de covid-19 en el último mes, deben cerrarse por su cercanía con Sedaví, igual que Alfafar y Benetússer.

Medidas en bodas y entierros

Los 29 municipios con cierre perimetral hasta el 21 de enero suman otras restricciones a las anunciadas para toda la C.Valenciana. Principalmente, afectan a la hostelería, el ocio y la actividad deportiva, que cierran de forma cautelar sus espacios y negocios.

Según explicaron el presidente Ximo Puig y la consellera Ana Barceló, en estos pueblos paran su funcionamiento los centros sociales, casinos, clubes y establecimientos similares. También vuelven a bajar la persiana los bares, restaurantes y otros establecimientos de ocio, que sí pueden abrir para ofrecer comida para llevar y/o a domicilio. Asimismo, la ciudadanía tampoco podrá acudir en estos casos a los gimnasios ni ponerse en forma en centros deportivos ni parques y jardines, también cerrados. El resto de comercios sí continuarán con su actividad, respetando los aforos y el toque de queda, y la población podrá salir de casa, también respetando las indicaciones, pues no hay confinamiento domiciliario. Las relaciones personales se limitan a seis personas, como en el resto de la Comunitat Valenciana.

Como en las primeras fases de la desescalada, las medidas de prevención de contagios también se aplican en tanatorios y entierros, así como en bodas y celebraciones. En el primer caso, el aforo es del 30 % y un máximo de 10 personas en interiores y 15 en exteriores. Para bodas o bautizos, el límite es un tercio del aforo y el mismo número de allegados y familiares que en las ceremonias fúnebres, 10 o15.

Reacciones desiguales

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Entre las reacciones políticas, los alcaldes de los dos municipios de la Safor afectados han acogido las medidas de forma muy desigual. David González, de Oliva, señala que estas restricciones «van en la medida de lo que nosotros habíamos solicitado», pero al mismo tiempo considera que «llegan tarde».

Por su parte, el mandatario de Daimús, Javier Planes, lamenta que la Generalitat haya computado los 47 positivos del brote de una residencia de mayores, por lo que considera «injusto» que se impidan las entradas y salidas de Daimús y se posicionó «en contra de este confinamiento», del que se enteró por una llamada telefónica poco antes del mediodía, asegura. «Si podemos, presentaremos alegaciones», asegura.