Nadie da duros a cuatro pesetas y si es así, hay que dudar de la procedencia del objeto en cuestión. En este caso dos teléfonos móviles de alta gama, que en su precio de mercado rondan los 1.600 euros, y que fueron ofrecidos por mil euros por un desconocido que entró en un negocio de Silla que regentan una mujer y su hijo. Ambos, que adquirieron los terminales, han sido detenidos ahora por la Guardia Civil por un delito de receptación al proceder los teléfonos de un hurto cometido en un establecimiento de Alfafar.

La sustracción se produjo en un establecimiento situado en un centro comercial de Alfafar en el que un hombre solicitó adquirir dos terminales telefónicos de alta gama, valorados ambos en 1.600 euros, y una videoconsola. Mientras la persona del comercio tuvo que ausentarse del mostrador para coger la consola del almacén, el ladrón huyó con los dos terminales que luego vendió a los detenidos.