Blindar cinco poblaciones y su término municipal, cuando además están enclavados en medio de un área urbana, es difícil. La mejor forma de conseguirlo es apelar al sentido común de unos y otros. Pero también a medidas disuasorias. El cierre de los municipios del sur de València significa que tampoco se puede acceder a una de las zonas más visitadas por el área metropolitana: el gigantesco polígono que recorre desde Sedaví a Massanassa. Pero no de fábricas, que un sábado tendría muy poca actividad, sino de locales comerciales. Por ello, aquellos que trataron de acceder a los conocidos establecimientos de multinacionales como Ikea se encontraron con una medida disuasoria: vallas y bloques de cemento para sellar el acceso desde València. Reforzado durante varias fases del día por agentes de la Guardia Civil. Esto es lo que provocó que el aspecto en el interior de toda esta zona comercial fuera mucho más desangelada que un sábado convencional. Ikea, por ejemplo, tenía precintado buena parte de sus plazas de aparcamiento y el Carrefour de Alfafar registraba un nivel de ocupación menor del habitual.

No menos cierto es que, quien quería entrar, al final, y cuando no había controles, acababa por hacerlo. Con un rodeo más grande de lo habitual, pero se podía. El principal impedimento para acceder es el propio autoconvencimiento de que si la Generalitat ha decidido cerrar Alfafar, Benetússer, Sedaví, Massanassa y Llocnou de la Corona es porque hay peligro y acceder debe ser prescindible. Los accesos estuvieron controlados durante una parte importante de la jornada aunque, igual que a los polígonos, no siempre ocurrió por ser una labor casi inabarcable.

Muchos restaurantes apuraron hasta el turno de los almuerzos para permanecer abiertos, aunque algunos de los grandes establecimientos optaron por no abrir. La decisión del Consell no afecta a los vecinos de dichas poblaciones, que inicialmente expesaron su queja por que sí pudieran hacerlo desde otras localidades. La Mancomunitat ha recordado que los únicos motivos para salir o entrar en la zona son, entre otros, el retorno a la residencia familiar o la asistencia a menores.