Presidencia de la Generalitat no contempla en este momento un confinamiento domiciliario a pesar de la insistencia esta mañana de Compromís y Podem, los socios del PSPV en el Gobierno autonómico, en esta medida ante el alza de contagios de covid-19 de los últimos días.

Fuentes del entorno del jefe del Consell, Ximo Puig, han asegurado que pedir el encierro de la ciudadanía no está sobre la mesa. Al menos, ahora y en los próximos días.

La prioridad, afirman, es asegurar el cumplimiento de las medidas en vigor y evaluar su funcionamiento. Las últimas restricciones se aprobaron el pasado día 7 y se considera que se necesita un mínimo de siete a diez días para que empiecen a tener efecto. Por tanto, debería empezar a verse cómo han funcionado entre el día 14 y 20 de este mes.

Ante la posición de los socios en el Consell, la actitud que defienden en el Palau es “cabeza fría” ante días duros, porque “no se pueden adoptar medidas nuevas cada día sin evaluar las que se han ido tomando”, según las citadas fuentes.

Confinamiento, cierre perimetral y toque de queda en Valencia

Estas subrayan asimismo que la Comunitat Valenciana es de las autonomías con unas limitaciones de movilidad más severas. Lo fue antes de Navidad, al ser la única que prohibió los viajes a otros territorios incluso entre familiares. Y lo es desde el día 7, argumentan, con el confinamiento de 26 municipios, el adelanto del toque de queda a las 22.00 horas, el cierre de la hostelería a las 17.00 y la reducción de los aforos en locales comerciales hasta el 30 %.

Estas medidas suponen en la práctica un “semiconfinamiento”, al restringir mucho las posibilidades de movilidad. Ya se ha visto en el último fin de semana, agregan en el entorno de Puig.

Puig no se muestra a favor de un nuevo confinamiento domiciliario en la Comunitat Valenciana

Presidencia entiende además que existe un margen de medidas aún, si fueran necesarias, antes de pedir el confinamiento de los ciudadanos en sus casas, decisión final que competería al Gobierno de España. Se podría restringir las reuniones aún más y el régimen de apertura de comercios y hostelería, entre otras posibilidades.