Susana Navarro vive las próximas horas pendiente del móvil. Una llamada desde laboratorio le dirá si el regreso de las navidades es totalmente tranquilo en la Residencia Universitaria Anunciata de València, de donde es directora, o si se tendrá que poner en marcha algún protocolo de aislamiento. En esa llamada estará el resultado de un centenar de pruebas PCR a alumnas y personal laboral del centro que realizaron ayer. «Espero que vaya todo bien», indica.

La celebración de los exámenes universitarios representa la vuelta a las clases de las facultades y el regreso de miles de estudiantes de diferentes puntos de la autonomía y de España a las principales ciudades valencianas, un hecho que se vive con especial mira en las residencias de estudiantes universitarios.

Algunas de estos centros estuvieron en la picota tras sendos brotes en otoño en el Galileo Galilei (168 positivos) y el Ausiàs March (78) y ahora, en un momento de crecimiento rápido de casos, se quiere evitar que centenares de jóvenes bajo las mismas instalaciones llegados de diferentes partes de España provoquen nuevos brotes.

«Hacer los tests era la mejor forma de garantizar la seguridad en el centro, tanto para las alumnas como para los trabajadores», señala Susana Navarro quien agrega que la mayoría de ellas son de fuera de la Comunitat Valenciana y llegaron desde sus destinos durante el fin de semana mientras que un par son del interior del territorio valenciano. Cuenta que ya le han llamado desde otras dos residencias para informarse de cómo lo habían hecho y cuánto les había costado.

«Hemos generado cierto interés y eso es bueno», asegura Navarro quien admite que el coste de las pruebas ha sido repartido «al 50 % con las familias». «Y nos lo han agradecido», asevera.

Este refuerzo de la vigilancia, con pruebas PCR al alumnado que vuelva después de estar un tiempo «fuera del entorno de la residencia», va en la línea de la petición desde la Conselleria de Innovación y Universidades desde donde se aseguró que tras la vuelta de las fiestas navideñas se van a «extremar las medidas».

En este sentido, desde el departamento que dirige Carolina Pascual aseguraron tras una reunión con el rectorado de las universidades valencianas que van a trasladar a los colegios mayores y residencias «la necesidad de hacer cumplir de manera estricta la normativa».

Por otra parte, ayer Pascual continuó con la serie de reuniones con los representantes de las universidades y le tocó el turno a los de las privadas. Así, aunque hay algunas instituciones que han apostado por los exámenes telemáticos, la consellera insistió en «evitar aglomeraciones y endurecer las medidas todo lo posible» así como «reducir los aforos al 30 por ciento» en las aulas.