La saturación del Hospital Clínico de València, uno de los mayores de la capital valenciana, por el aumento disparado de casos de coronavirus, ha obligado a la gerencia a derivar ya al menos 30 pacientes no covid a otros hospitales, 28 de ellos son pacientes de cáncer que tienen que ser operados y que fueron trasladados durante el lunes al Instituto Valenciano de Oncología (IVO).

Así lo confirmaron ayer tanto fuentes del sindicato CC OO como de la propia fundación privada, desde donde están en contacto con el resto de hospitales valencianos a la espera de recibir más pacientes oncológicos, atendiendo a la orden dictada por la Conselleria de Sanidad que permite contar con los recursos de la sanidad privada ante el colapso de la red pública según una tabla de precios preestablecidos. En principio, y según confirmó la consellera de Sanidad, Ana Barceló, el mismo lunes, las derivaciones son de pacientes no covid y ya se habrían formalizado 34, además de las 28 de pacientes de cáncer del Clínico. Hasta ahora han recurrido a esta salida desde el Hospital de Sagunt (1 paciente); La Fe (12 pacientes); Requena (2 pacientes); el General de València (1 pacientes); el de Alzira (11 pacientes); Elda (1) y el hospital de la Vega Baja (4 pacientes).

Las cifras, sin embargo, seguirán creciendo conforme la presión en los hospitales continúe al alza. Solo hay que mirar lo que pasó en la primera ola. En marzo y abril, con un pico máximo de ingresados covid de 2.189 personas, 386 en UCI, la sanidad pública derivó cerca de 1.100 pacientes a distintos hospitales privados de toda la C. Valenciana. Ayer eran ya 2.739 las personas que estaban hospitalizadas por covid-19 en la C. Valenciana, un 25 % más del pico de ingresados que hubo en marzo.

Un tercio de camas para covid

La presión, sin embargo, no es la misma en todos los centros. El Clínico es uno de los primeros que ha tenido problemas con el repunte de casos de noviembre y diciembre, por sus limitaciones de espacio. Según datos ofrecidos ayer por el sindicato Comisiones Obreras y USO, el centro acoge a 209 pacientes covid-19, lo que supone dedicar un tercio de todas sus camas solo a una patología y ya hace semanas que allí se paralizaron intervenciones no urgentes para ocupar quirófanos y dedicar también este personal a otros cometidos. Esta es otra orden dada por Sanidad: tanto los especialistas de las consultas externas que se cierren como los de quirófano van a reforzar otras áreas. En Alzira, al igual que ya se ha hecho en La Fe, los especialistas se han derivado a planta y los de quirófano a las UCI. Allí en la Ribera tienen cuatro plantas enteras dedicadas a covid y van a empezar a ingresar en una quinta: tienen 153 pacientes en planta y 23 en UCI.

Intensivos lleno en La Fe

En La Fe, precisamente, son las unidades de cuidados intensivos las que están sufriendo mayor presión. Según fuentes sindicales la UCI está llena; también el espacio de reanimación ocupado para críticos y la nueva sala de hospitalización abierta en la torre D después de ocupar las cinco reservadas en la torre E. Con todo, desde el hospital aseguran que van ampliando zonas «según necesidades» y aun tiene aún camas en el centro de Campanar y también en el hospital de campaña, donde ya están preparados con al menos 145 camas.

La situación es similar en otros centros como el de Xàtiva donde tres plantas enteras de las seis que hay están dedicadas a pacientes covid y parte de una cuarta. Allí también se ha habilitado el gimnasio de rehabilitación para poner a pacientes con 11 camas, igual que en el de Sagunt. Desde el centro de la capital de la Costera están liberando espacio de pacientes no covid al hospital de Ontinyent.