La grave situación que atraviesa la Comunitat Valenciana por número de contagios y fallecidos por covid desde que comenzó el año se está viendo reflejada en las residencias de mayores, donde los brotes masivos por coronavirus no dejan de crecer día a día. El último caso grave, que adelantó ayer Levante-EMV, es el de una residencia del valenciano barrio de Benicalap donde se han detectado hasta 73 positivos entre residentes y trabajadores.

Por el momento no se han producido fallecimientos, no hay hospitalizados graves y la mayoría de los residentes son asintomáticos. No obstante, los casos recientes de contagios masivos de este tipo no invitan al optimismo, al tratarse de personas de edad avanzada, muchos de ellos con múltiples patologías.

Un 75 % de los ancianos ingresados en dicho centro de mayores de València ha dado positivo en coronavirus, concretamente 63 de los 83 que actualmente residen en este geriátrico de gestión privada con un centenar de plazas de residencia y quince de centro de día. Asimismo diez de los trabajadores de una plantilla de cerca de 60 personas también están contagiados, según informaron fuentes de la gestora.

El primer caso se detectó el pasado 1 de enero tras realizar la prueba a un trabajador que presentaba síntomas y dar éste positivo. A raíz de ello se realizaron test de detección de covid al personas y a los residentes de su grupo burbuja. Desde entonces y tras someter posteriormente a pruebas a todos los ancianos y empleados la cifra de contagios ha ascendido a los 73 casos.

Al tratarse de un brote masivo la residencia ha tenido que ser intervenida por la Conselleria de Sanidad y se encuentra desde hace unos días bajo vigilancia activa de control sanitario. En total ya son 48 centros de mayores los que están intervenidos por sanidad, lo que da una muestra de la situación en esta segunda o tercera ola, si entendemos como tal el incremento desorbitado d e casos tras la Navidad.

Al no haber tenido ni un solo caso en todo el año 2020, estaba previsto que a principios de este año fuera de las primeras en recibir la vacuna, sin embargo, al detectarse el primer positivo el pasado 1 de enero, y pasar a tener un brote activo, se paralizaron las vacunaciones. Desde la gestora del centro explican que desde el mes de marzo trabajan con grupos burbuja para reducir el riesgo de contagios y propagación del virus. Asimismo, se han prohibido las visitas y se está informando a los familiares periódicamente sobre la evolución de los residentes.