La oficina de atención integral a víctimas de la violencia de género de la Generalitat Valenciana se verá reforzada con la incorporación, en los próximos días, de siete policías más que incrementan hasta 15 el número de agentes destinados en esas instalaciones para atender a cualquier mujer en situación de maltrato que decida pedir ayuda. Además, se une al equipo policial la inspectora jefa de la Policía Nacional Pilar Bojó, especializada en atención a la mujer y al menor, que ha pasado recientemente a formar parte de la plantilla de la Policía Autonómica precisamente para asumir este puesto. Bojó dirigirá no solo la oficina de València, al frente de la que ha estado desde su inauguración, en abril de 2019, y seguirá estando la subinspectora Leila Mohamed, sino también las que la conselleria de Gabriel a Bravo, impulsora del proyecto, tiene planeado abrir en Alicante y Castelló. A esos 17 agentes, en su mayoría mujeres, se le unen 23 profesionales —psicólogos y trabajadores sociales— que completan la atención integral a las víctimas.

Bravo, que acudió ayer a la sede de la Policía Autonómica para dar la bienvenida a Bojó junto con la comisaria jefa de la unidad adscrita, Marisol Conde, ha estimado que esas dos nuevas comisarías podrán ser una realidad «a finales de 2021 o principios de 2022», ya que antes se deben licitar y ejecutar las obras de acondicionamiento de las futuras sedes de ambas oficinas, que estarán enclavadas, como la de València, en los edificios judiciales de sendas ciudades.

Bravo se mostró orgullosa del «excelente funcionamiento» de la oficina de València, que desde su apertura, hace 21 meses, ha atendido a 1.049 mujeres en situación de maltrato, de las que 545 —252 en 2019 y 293 en 2020— optaron por formalizar una denuncia que derivó en un proceso judicial contra su agresor. Justicia pretende firmar protocolos de apoyo y colaboración tanto con la Policía Nacional como con la Guardia Civil para que puedan hacer uso de los recursos de las oficinas de la Generalitat.