Enero es el mes universitario de los exámenes y de eso se habla en el mundillo, eso sí, adaptándose a la realidad pandémica. Muchos estudiantes de la Universitat Politècnica de València y de la Universitat de València consideran que la presencialidad en las pruebas es un riesgo en un momento de alta transmisión del virus y que los espacios donde se realizan «no son seguros».

«Pedimos exámenes online porque aunque sabemos que es peor, nos vemos empujados a ello, no es ningún capricho, las aulas no son espacios seguros ahora», demanda David Chulià, del Front Estudiantil Unificat (FEU). Explica que los exámenes se están haciendo con las ventanas abiertas «y se hace bastante incómodo cuando por las mañanas estamos a menos de 10 grados».

Indica que existe cierta división entre el estudiantado porque hay quienes ven complicaciones como la brecha digital, aunque para ello indica que existen medidas como aumentar el préstamo de ordenadores y de tarjetas con conexión a internet o habilitar aulas de informática.

Entre las quejas están algunas imágenes como la de esta noticia de un examen de Telecomunicaciones del pasado jueves. «Las clases están abarrotadas», protesta. Desde la UPV explicaron que en los exámenes sí que se cumplen las medidas establecidas en los protocolos y que en la imagen en concreto hay 32 personas a más de metro y medio de distancia. La Conselleria de Universidades destacó tras reunirse con los rectores el «gran esfuerzo» de los centros y la incorporación de controladores covid en los accesos para evitar aglomeraciones.