La Red Valenciana de Salud Mental tiene abiertas tres viviendas tuteladas para enfermos mentales: dos en Torrent y una en Xàbia y otras tres que todavía se encuentran en trámites de autorización.

Las viviendas tuteladas son un recurso institucional que ofrece un servicio de atención integral creado para ofrecer una alternativa residencial a personas con problemas de salud mental, que se encuentran estables de su enfermedad, son autónomas y muestran capacidades e interés suficientes como para poder tener una vida independiente en el futuro y sin la intervención de ningún recurso institucional.

La vivienda tutelada es un hogar funcional de dimensiones reducidas, adecuadas al número y características de los usuarios e insertada en el entorno comunitario, en las que conviven, de forma estable en el tiempo, un grupo homogéneo de personas con enfermedad mental, con necesidades de apoyo intermitente o limitado, en régimen de funcionamiento parcialmente autogestionado.

Las viviendas tuteladas persiguen fomentar la autonomía de los usuarios, así como aumentar su independencia, buscando la rehabilitación psicosocial e inclusiva en el desarrollo comunitario a través de adquirir, mejorar y mantener las habilidades de la vida diaria, el ocio, el empleo, las relaciones personales y estilos de vida saludables similares al entorno en el que residen.

La Red Valenciana de Salud Mental logra la integración del usuario en el centro y en su entorno social, la normalización mediante desarrollo de fórmulas que proporcionen un estilo de vida apropiado y análogo al del entorno social de referencia y presta una atención personalizada adaptada a las necesidades de cada usuario.

Es importante la coordinación con el resto de recursos a los que tienen acceso: servicios sociales, generales y especializados, recursos sanitarios, centros de formación, de ocupación y de empleo, culturales, de ocio y de tiempo libre, que permitan y proporcionen la oportunidad de participación del usuario en el entorno social.

Finalmente se fomenta la promoción de las fórmulas de convivencia, impulsando la autonomía y vida independiente, así como la participación de los usuarios en la organización y funcionamiento de las viviendas y, en su caso, autogestión parcial.