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Los geriatras alertan de un probable aumento de demencias tras la covid

Los especialistas señalan que la falta de ejercicio físico, de relaciones sociales y el miedo aceleran el deterioro cognitivo en las personas mayores

Personal sanitario atiende a varios pacientes con coronavirus. | L-EMV

Las personas mayores están siendo las principales víctimas de la covid. Ser mayor de 70 años ha sido uno de factores de riesgo para la mortalidad provocada por el virus tal y como muestran los datos de la Conselleria de Sanidad en los que cerca de 85 % de los fallecidos supera los 70 años pese a representar el 15 % de los contagios totales. Sin embargo, para la tercera edad los riesgos de la covid para su salud van más allá del contagio, especialmente los relacionados con la salud mental.

«Durante la primera etapa de aislamiento muchas de las demencias se han descontrolado», afirma Silvia Forcano, vicepresidenta de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología. Su respuesta es directa y basada en su propia experiencia en consulta: «Se ha notado bastante en aquellas personas que tenían algún daño cognitivo, han empeorado mucho».

En palabras de la doctora e investigadora de Psicología Social en la Universitat de València Sacramento Pinazo-Hernandis, «la demencia es un síndrome progresiva caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) y no es una consecuencia del envejecimiento normal». «La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio», añade la también presidenta de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología.

La doctora de la UV aclara que la demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento, que el alzhéimer es la más habitual y que se calcula que entre el 5 y el 8 % de la población mayor de 60 años sufrirá este deterioro. Por su parte, Forcado precisa que este deterioro puede ser cognitivo (como la memoria) o conductual (volverse más agresivo, por ejemplo).

Pinazo-Hernandís, al igual que otros especialistas, inciden en que todavía no hay datos que corroboren que la pandemia y sus consecuencias hayan supuesto un aumento de demencias. Sin embargo, añade que lo que sí se sabe por un proyecto I+D+i (RESICOVID) contrastando los datos de evaluaciones en residencias de personas mayores antes y después de la covid-19 «es que han descendido los niveles de funcionalidad, ha aumentado el deterioro cognitivo, han aumentado los niveles de depresión y soledad». Un hecho que, incide, ocurre también en los centros de día y que hubiera encontrado un resultado similar si se hubieran analizado los domicilios donde viven personas mayores.

«La falta de actividad, la falta de ejercicio físico, la falta de estimulación cognitiva y la falta de relaciones sociales produce un deterioro a las personas de todas las edades», señala la investigadora de la UV quien precisa que aquellas personas «con más dependencia para realizar las actividades de la vida diaria, la falta de relaciones sociales cotidiana afecta más a su salud emocional».

Esta falta de ejercicio y de socialización son dos puntos en los que también incide el gerontólogo José Viña como motivo de un posible incremento de las demencias, aunque, puntualiza, «ahora mismo no hay datos y es una enfermedad que se ve a largo plazo». Sí que apunta al aumento de depresiones ante este aislamiento social de muchas personas mayores o al ver que muchas de las víctimas de la covid son también personas de la tercera edad.

El presidente de la Sociedad Española de Neurología, José Miguel Láinez, extrae el miedo como otro factor importante a tener en cuenta para el deterioro cognitivo. Igual que Viña y Pinazo-Hernandís, admite «especular sin datos» pero apuesta por una «aceleración» de casos y empeoramiento de quien ya la sufría, pero sin aventurar a dar un número.

Recomiendan hacer ejercicio

Tanto Láinez como Viña recomiendan el ejercicio físico como forma de prevención y retraso de cualquier deterioro mental que pueda acabar desembocando en una demencia. «Más actividad física e intelectual es fundamental para prevenir», señala Láinez. «La mejor medida es el ejercicio tanto físico como mental, no hay fármacos efectivos para el alzhéimer —un tipo de demencia—», añade Viña. «También es importante la dieta que en este tiempo se ha visto afectada», incide Forcano. Y, por supuesto, las relaciones sociales, «con cuidado».

Pinazo-Hernandis incide en que muchas personas que viven en sus domicilios han visto que «el miedo colectivo a un contagio ha llegado a impregnarles de tal modo que temen salir a la calle y han reducido mucho su vida fuera». Asimismo, critica una «discriminación por edad» en la nueva normalidad que se vivió a partir de junio donde «escuelas, polideportivos y hasta cines abrían con medidas covid pero no los centros de mayores».

«Muchas de estas personas acudían a los centros de mayores municipales, que siguen cerrados sine die, pues no se han implementado medidas antivcovid en ellos, la única solución ha sido cerrar las puertas y ya está, una medida que es la más fácil pero la peor que se podía tomar», lamenta la presidenta de la Sociedad Valenciana de Geriatría y Gerontología.

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