La sobrecarga de trabajo por culpa de la covid no se está notando estos días solo en los hospitales valencianos, sino también en los tanatorios. El incremento de la mortalidad por coronavirus de las últimas jornadas en la Comunitat Valenciana se ha sumado al pico habitual de fallecimientos de cada año vinculado al descenso de las temperaturas de la pasada semana provocado por la borrasca Filomena, lo que ha hecho que la presión asistencial también se refleje en los servicios funerarios.

Como resultado de ello, el Tanatorio Municipal de València, como ejemplo de esta situación excepcional, está haciendo frente en los últimos días a entre 40 y 50 servicios, cuando lo habitual es que en estas fechas del año cubra entre 25 y 30 defunciones, según confirmó ayer el concejal delegado de Cementerios y Servicios Funerarios en València, Alejandro Ramón. Es decir, se está llegando a duplicar el número de servicios. A estos velatorios habría que añadir todos los que se realizan en otros tanatorios de carácter privado en la misma capital del Turia.

«Habitualmente cada año tenemos dos picos de servicios en la ciudad, que suelen coincidir en los momentos de más frío en invierno y de más calor en verano. Esta vez, además, el pico del frío se ha juntado con el de la tercera ola de la pandemia», explicaba ayer Ramón.

Este exceso de fallecimientos ha provocado que algunos tanatorios se vean en cierta medida desbordados, hasta el punto de que en algunos centros se han llegado a aplazar incineraciones de fallecimientos producidos el pasado sábado hasta mañana martes, cuando lo habitual es que tarden en llevarse a cabo como mucho 48 horas después de que se certifique la muerte.

Esta situación, unida a las medidas anticovid, ha provocado también que algunas familias incluso hayan optado por no velar a sus difuntos, puesto que el período de espera hasta la cremación se puede alargar varios días.

15 personas en espacios cerrados

Las normativas anticovid impuestas por la Conselleria de Sanidad permiten realizar velatorios, aunque con ciertas restricciones para tratar de evitar contagios de la Covid-19 en ellos o que, si se producen, no se conviertan en grandes brotes. Así, el aforo máximo permitido en velatorios y entierros es del 30 % de las salas con un límite máximo de 25 personas en espacios al aire libre o de 15 personas en espacios cerrados. La comitiva para el entierro o cremación está restringida también a 25 personas al aire libre o 15 en espacioscerrados. A su vez, es obligatorio el uso de mascarilla, y se recomienda el lavado de manos o uso de hidrogel y mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, al tiempo que se pide que si se tiene algún síntoma compatible con la Covid-19 no se acuda al velatorio ni al entierro.