El presidente de la Generalitat Ximo Puig ofreció ayer un mensaje institucional con un marcado componente pedagógico en uno de los momentos más delicados y difíciles para la Comunitat Valenciana desde que se declaró la pandemia del coronavirus.
Ayer finalizó una semana en la que la autonomía registraba su récord diario de contagios, de muertes y de ingresos hospitalarios. Y fue el día elegido por el jefe del Consell para volver a comparecer para pedirle a la población que actúe de forma responsable y prudente, pero también para transmitirle serenidad y asegurar que los hospitales están aún lejos de colapsar y que la vacunación avanza correctamente.
Puig alerta de posibles nuevas restricciones en la Comunitat Valenciana
En su discurso Puig enumeró hasta diez medidas de «autoprotección personal» tan obvias como importantes y recordó en diversas ocasiones que «confiarse es confinarse».
Y al mismo tiempo que pedía responsabilidad individual, el presidente Puig justificaba que las medidas que está tomando el Consell «tienen que ponderar desde el rigor máximo, acertando el momento y atendiendo al bien colectivo». «Fuimos la comunidad que más restricciones sociales impuso en Navidad, y hace 10 días las aumentamos haciéndolas aún más duras», subrayó Puig, para destacar a continuación que, pese que la Comunitat Valenciana está actualmente en situación de «semiconfinamiento», estas medidas no han «paralizado por completo la actividad de la sociedad».
«No hay disyuntiva entre la salud y la economía», remarcó. Aun así, no dudó en señalar que «si es necesario, la Generalitat adoptará medidas todavía más restrictivas en el ámbito de nuestra competencia». También apuntó Puig la necesidad de esquivar en lo posible un nuevo «confinamiento prolongado en casa» como el de la primavera pasada para evitar «los problemas de salud física y mental» que van asociados a esta medida. Sería, recalcó Puig, «una medida extrema, con graves efectos secundarios, que solo podría decretar el Gobierno español y que en este momento descarta».
El jefe del Consell reconoció que la C. Valenciana se enfrentará la próxima semana a «días muy duros» en los que la atención sanitaria estará garantizada gracias a las 931 camas de los hospitales de campaña, los acuerdos con la sanidad privada y la capacidad de aumentar hasta los 19.000 camas de planta y las 1.200 de críticos. Esto, según ha afirmado Puig, supondría «duplicar nuestra planta hospitalaria inicial».
Puig aseguró que este «momento muy difícil para nuestra sociedad [...] obliga a dar «respuestas inmediatas» como son la vacunación, las ayudas económicas y la «autoprotección personal». El president sintetizó las principales recomendaciones de los expertos para evitar contagios en un decálogo en el que incluyó el aislamiento preventivo ante sintomatología compatible con el coronavirus o tras un contacto estrecho, la reducción de las relaciones con personas ajenas al núcleo habitual, evitar los espacios abiertos y sin ventilación, lavarse las manos o el uso constante de la mascarilla.
En el décimo punto del decálogo, Puig incidió en lo que consideró una cuestión «crucial»: «Que una actividad esté legalmente permitida no quiere decir que no implique riesgos», insistió el jefe del Consell. En esta línea, recalcó la necesidad de «extremar el sentido común y las precauciones» en un momento con una «incidencia» del coronavirus en la C. Valenciana «tan alta».
