Quizá se ha repetido hasta la saciedad que una de las grandes lacras de nuestro tiempo es la ludopatía. Pero no por reiterar el mensaje, su incidencia es menor ni menos importante. Las cifras hablan por sí solas, ya que el fenómeno sigue en aumento cada año debido, fundamentalmente, a la irrupción del juego online y la expansión de las casas de apuestas, muchas veces catapultadas por una agresiva publicidad en los medios.
Hasta hace poco tiempo, la legislación era incapaz de frenar su avance y por fin ha dado un salto importante en este sentido. Con todo, miles de familias sufren las consecuencias devastadoras de esta adicción.
En este contexto, cuando una persona o su entorno cercano detecta el consumo compulsivo del juego, existe una manera de autoexcluirse. Se trata de los registros autonómicos y estatales que, mediante su inscripción, evitan que se pueda acceder a determinados portales en internet o locales físicos.
En la Comunitat Valenciana hay 5.424 personas que se han autoexcluido de los salones de apuestas físicos repartidos por toda la geografía valenciana. Se trata de un 14,6 por ciento más que hace un año en lo que se refiere solo al juego online, lo que pone de relieve el aumento de casos de ludopatía entre la población. La pandemia tampoco ha ayudado, ya que muchas personas se han refugiado en este tipo de apuestas en internet durante las etapas de confinamiento.
La personas que, por voluntad propia, deciden apartarse del juego por internet y las casas de apuestas físicas o casinos cuentan con dos opciones. La primera es mediante el Registro de Personas Excluidas de Acceso al Juego de la Comunitat Valenciana, que depende de la Conselleria d’Hisenda. Las mujeres y hombres inscritos no pueden acceder a ningún local con actividades de juego una vez se han dado de alta. Además en esta lista también se añaden a aquellos individuos que tienen una resolución judicial o administrativa en vigor al respecto. Actualmente 1.740 personas forman parte de este registro autonómico.
Registro de Interdicciones
La segunda opción para renunciar al juego específicamente online es el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (Rgiaj), que depende del Ministerio de Consumo. Al darse de alta, la Administración y las empresas imposibilitan la entrada a portales online donde se puede apostar.
En esta base de datos se pueden inscribir voluntariamente aquellas personas que quieren protegerse a sí mismas y a sus familias de los efectos de una acción compulsiva del juego. En la lista de carácter estatal hay 3.684 valencianos.
Según explica el Ministerio de Consumo, el Registro de Interdicciones de Acceso al Juego, a día de hoy, solo muestra los datos de personas que se autoexcluyen del juego por internet de ámbito estatal y no existe una conexión – a excepción de Castilla-La Mancha– con los registros de las autonomías sobre el juego presencial.
En la práctica supone que una persona que se haya inscrito en el registro del ministerio no puede acceder a portales de juego online, que son de competencia estatal, pero sí a establecimientos físicos de juego, que son competencia autonómica, salvo que su normativa lo impida.
De igual forma, una persona que se haya inscrito en el registro de su comunidad autónoma no puede acceder a un establecimiento de juego en su región, pero sí puede hacerlo en otra. Asegura el departamento que dirige Alberto Garzón que está trabajando para mejorar la coordinación de la protección de las personas que sufren ludopatía. El pasado mes de septiembre, los gobiernos central y autonómicos alcanzaron un acuerdo para interconectar los registros, con el voto en contra de Cataluña y la abstención del País Vasco y la Comunitat Valenciana.
Los datos estatales referidos a la Comunitat Valenciana cifran en 3.684 personas el número de autoexcluidos de las apuestas online, un 14,69 por ciento más que hace un año. València lidera este ranking con 1.785 individuos dados de alta, seguida de Alicante con 1.559 y Castelló con 340, provincia en la que más crece el número de autoexcluidos, un 17,6 % más que en 2019.
