El mundo educativo encadena un debate tras otro y, en el actual y que previsiblemente tomará fuerzas las próximas semanas, los institutos lo tienen claro: los días no lectivos de fallas con los que cuentan algunos municipios son necesarios, pues suponen un respiro positivo tras dos meses de clases.

Así lo explican desde l’Associació de Directives d’IES de Secundària (Adies-PV). «Desde nuestro punto de vista vemos de manera positiva mantener los días no lectivos, por una cuestión puramente pedagógica», explica el presidente de Adies-PV, Toni González Picornell. Da la casualidad de que este curso el festivo autonómico del 19 de marzo cae viernes, por lo que toda la comunidad educativa contará con un puente de tres días, pero muchos otros años no ha sido así.

Por eso, Picornell explica que, incluso en zonas de la Comunitat Valenciana sin fiestas josefinas, en alguna ocasión «ha estado sobre la mesa plantear un descanso similar». Además, apunta que en Cantabria, por ejemplo, tienen establecidos periodos no lectivos cada dos meses. 

«En marzo, después de dos meses intensos de sesiones lectivas, al alumnado y al profesorado les va muy bien, siempre lo hemos visto positivo y donde hay fallas tienen esa ventaja», añade, pues los municipios pueden considerar dos o tres días no lectivos. «Está constatado científicamente que hay un agotamiento pedagógico entre el alumnado y los profesionales», asegura. Como publicó ayer este periódico, el Ayuntamiento de València abrió el melón, pues llevará a su Consell Escolar qué hacer con los días en los que estaba previsto que los colegios cerraran por fallas, ahora que se confirma que no habrá fiestas. 

Ayer, el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, vio «razonable» modificar el calendario escolar, «que algunos días se muevan» y que «al menos dos vayan a otro sitio»; si bien en otros municipios «falleros» -como Oliva, Gandia o Torrent- parece que no optarán por esta opción, que tampoco sería la preferida por la concejala de Educación del cap i casal, Maite Ibáñez.

 Desde Fampa-València apuntaban ayer que entre las familias no hay una postura unánime, por lo que mantienen el debate interno y afirman que escucharán, en el Consell Escolar de València, la propuesta del ayuntamiento y la opinión del profesorado y los equipos directivos, conscientes también de que València puede marcar el camino de lo que ocurra en otros municipios.

Las ampa apuntan que cuando en València se decidió concentrar en fallas los tres días no lectivos que dependen de cada municipio, algunas posturas defendieron que sería más positivo repartirlos a lo largo del curso, para facilitar la conciliación. Ahora bien, a menos de dos meses vista, muchas familias ya contaban con ellos y una modificación también supondría cambios en el calendario escolar de 2020-21, que los docentes planifican con antelación.

Por su parte, la Conselleria de Educación se mantiene al margen de las modificaciones que puedan hacer los municipios, aunque son las direcciones territoriales las que tendrían que aprobar los cambios. Lo que sí recuerdan es que se debe cumplir con las horas lectivas que marca la ley, que corresponden a 175 o 177 días por curso, según el nivel.