Las licencias de caza han caído un 68 % en la Comunitat Valenciana en los últimos veinticinco años. De los 122.495 permisos concedidos en 1991 se ha pasado a los 35.221 contabilizados en 2019, la cifra más baja en casi tres décadas según las estadísticas que maneja la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. En el período de mayor auge la horquilla osciló entre los 113.999 y los 117.191, para empezar a caer, sin remisión ya, a partir del año 2000.
El número de licencias vigentes, considerando los expedidas para tres años (2017 y 2018), asciende a 59.827, con un 28,9 % de ellas en poder de mayores de 67 años. La caída en picado no ha cesado desde 1990, con una media anual de casi un 5 %. Donde menos se ha resentido la actividad cinegética ha sido en la provincia de Castelló, que ha pasado de los 17.024 permisos hace 29 años a los 11.080 actuales. En Alicante, de los 37.228 se está en estos momentos en 10.480. El descenso más acusado se ha dado en València, al pasar de casi sesenta mil a poco más de trece mil en el último recuento oficial.
Mucho terreno cinegético
Según las últimas estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Comunitat Valenciana tiene 1.014 terrenos cinegéticos, con una superficie de 1.910.467 hectáreas. Algo que supone un 82 % del total.
En cuanto a la pesca, la disminución no es tan acusado como en la caza. Es a partir de 2015 cuando el decrecimiento se agudiza y se mantiene en el tiempo, sin recuperación en los últimos dos años. De los 22.751 permisos registrado en 1990, con el tope en 2009 (25.023 carnets), se pasa en 2019 a los 13.774.
Bajada generalizada
La perdida de permisos no es algo exclusivo de la Comunitat Valenciana. En España hay unas 827.000 licencias en vigor, con datos del último Anuario Forestal publicado por el Ministerio de Agricultura. En solo una década se han perdido más de 200.000 a lo largo y ancho de territorio nacional. Según las cifras de los últimos años, el número de cazadores y pescadores registró un ascenso progresivo entre 2006 y 2010. A partir de ahí la bajada fue considerable en casi todas las comunidades autónomas.
