El alcalde de València, Joan Ribó, consideró ayer que «no parece razonable que si estos días eran para fallas se mantengan si no hay fallas». No obstante, declaró que se tendrá que estudiar y decidir en el Consell Escolar dónde se colocan esos días «de fiesta», que él opta porque vayan «a otro sitio», al menos dos de los tres, si bien reconoció que no había abordado el asunto con la concejala de Educación, Maite Ibáñez. Para solucionar la cuestión, se ha convocado un Consejo Escolar extraordinario que, según ha podido saber este periódico, será el próximo 2 de febrero.