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El Botànic acerca posturas tras enredarse en una docena de pactos locales

Los socios limitan las rupturas a "casos puntuales" y prometen mano dura contra los tránsfugas - Podem cuestiona los acuerdos con Cs

Fernández Bielsa (PSPV), Antoni Llorente (Esquerra Unida) y Josep Miquel Moya (Compromís). | FERNANDO BUSTAMANTE

La política municipal no es una ciencia exacta y muchas veces las diferencias personales acaban primando sobre la disciplina de partido. Mociones de censura, rupturas de gobierno, destituciones, expulsiones... Un año y medio ha bastado para que algunos de los pactos de progreso sellados por los partidos del Botànic en el ámbito local acaben como el rosario de la aurora. Ahora bien, las direcciones del PSPV, Compromís y Podem se sentaron ayer en el diván para hacer un repaso de sus relaciones a lo largo y ancho de la C. Valenciana y el balance oficial, aunque mejorable, es satisfactorio: los acuerdos funcionan «en la inmensa mayoría de ayuntamientos» y las discrepancias se limitan «a casos muy puntuales que no empañan la marca del Botànic», según coinciden las tres formaciones.

La mesa de seguimiento de pactos locales sirvió ayer precisamente para acercar posiciones en aquellos municipios donde el divorcio entre los socios es más evidente. La reunión en la sede del PSPV, en la que estuvieron presentes los socialistas José Muñoz y Carlos Fernández Bielsa, el valencianista Josep Miquel Moya, Antoni Llorente (Esquerra Unida) o los podemistas Carles Fons y Mati Mas, transcurrió sin grandes tensiones a pesar de que en los últimos meses la alerta ha saltado en una docena de ayuntamientos donde se han focalizado las mayores disfunciones. PSPV y Compromís comparten que la mayoría de veces se ha actuado con la adecuada contundencia, expulsando a aquellos regidores que han apoyado mociones de censura antinatura o que gobiernan con el PP, como en Cortes de Pallás, Agres, Torre de les Maçanes o Palma de Gandia.

Sin embargo, Compromís fue especialmente beligerante ayer con la situación de Sueca, que ocupó una parte importante de la reunión. En esta localidad, el alcalde y los concejales socialistas siguen a la espera de que se formalice su expulsión un año y siete meses después de que su partido les abriera expediente por pactar gobierno con Cs y PP. En el PSPV trasladan la pelota a la dirección federal, pero reiteran el compromiso de apartarles. «Así perdemos credibilidad», advierten en Compromís.

Discrepancias en los presupuestos

En un momento en el que se apela más que nunca a la unidad, las discrepancias en el bloque del Botànic para la aprobación de presupuestos o la formación de gobiernos en determinados pueblos, como Canals, fueron otro espinoso asunto de debate. Las fuerzas progresistas se comprometieron a intensificar la mediación, aunque coincidieron en que debe respetarse la «autonomía local» de sus regidores. En Teulada dos ediles del PSPV han sido expulsados por la alcaldesa de Compromís al votar en contra de las cuentas.

Podem, muy minoritario en el ámbito municipal, fue especialmente crítico con el acuerdo alcanzado por la oposición socialista con Ciudadanos en Alicante a cambio de abstenerse en el presupuesto. Desde el PSPV enmarcan la operación dentro de la «política útil» para frenar a la extrema derecha, puesto que dicho pacto «puntual» ha permitido derogar la ordenanza de mendicidad que defendía Vox. A Compromís no le plantea tantos problemas dicha actuación y, como oposición, no se cierra a intervenir en los presupuestos de otras fuerzas. Lo ha hecho en la Diputación de Alicante.

El acercamiento del PSPV a Cs en algunos municipios apenas tuvo trascendencia en la reunión, aunque los socios dicen estar vigilantes por si dicha estrategia se extiende de forma generalizada o se transforma en un viraje. Un reto que se marcaron las direcciones de PSPV y Compromís fue reforzar la interlocución para reconducir la relación de sus ediles en Callosa d’en Sarrià, el único ayuntamiento donde gobierna el PP en minoría porque las fuerzas progresistas no consiguieron entenderse.

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