La presidenta del Colegio de Médicos de València, Mercedes Hurtado, lanzó ayer un grito de desesperación ante el sombrío panorama que atraviesa el sistema sanitario por el volumen de hospitalizaciones por covid, que ha tocado techo esta semana en la Comunitat Valenciana. «Da auténtico miedo: quiero asustar a la población porque la situación está muy mal. Las UCI están muy llenas, los hospitales colapsados y los profesionales no podemos más», manifestó ayer la facultativa en una entrevista en À Punt.

Hurtado trasladó la preocupación y el enfado de los sanitarios porque «los contagios no paran, el nivel es tremendo y cada vez vamos a peor». «Ahora no hay una ola, lo que tenemos es una pared vertical», ahondó la médica, que se mostró pesimista sobre la evolución del virus hasta que las vacunas surtan efecto en un porcentaje importante de la población. «Creo que no se va a doblegar la curva, sino que vamos a depender de una vacunación masiva para que esto pare. Si no, nos contagiaremos todos», advirtió.

La presidenta del Colegio de Médicos lamentó que aún haya gente «que no parece creerse que esto va en serio» y aseguró que, vistos los resultados, «las medidas adoptadas no son las adecuadas. Algo falla». Hurtado recordó que el Colegio de Médicos ha venido pidiendo el confinamiento domiciliario desde antes de Navidad. «Da la impresión de que vamos tarde, tres o cuatro pasos por detrás. A la vista está que las medidas tendrían que haber sido más restrictivas», insistió durante su entrevista en «Les notícies del matí». La oftalmóloga aseguró que «muchísimos profesionales sanitarios de la pública y la privada siguen sin vacunarse» y censuró que las dosis no están llegando a la sanidad privada, con más de 600 médicos con consultas a la espera. «Ahora notamos un desabastecimiento, tanto para la pública como para privada», remachó, antes de pedir más transparencia sobre el proceso. Hurtado lamentó que, con el fallecimiento esta semana de un facultativo en Alicante, son cuatro los médicos que han perdido la vida desde el inicio de la pandemia. La dirigente dijo que el colectivo sigue sintiéndose «muy desprotegido» y que ahora mismo está «desbordado», con «muchas bajas y problemas psicológicos».

Hurtado también avisó de los efectos secundarios del colapso hospitalario. «Las patologías crónicas se están agudizando porque no se puede hacer un seguimiento adecuado. Se nos van a escapar muchos cánceres que no se van a detectar precozmente y eso es más mortalidad», alertó, mientras los centros de salud vuelven a las consultastelefónicas y sufren la falta de personal.