Los vecinos de Benigànim están viviendo ahora su tercera ola de contagios después de que a finales de agosto sufrieran otro importante incremento de casos positivos de covid. Entonces fue incluso necesario habilitar el pabellón polideportivo para realizar en una mañana más de un centenar de pruebas PCR. «Entraban por una puerta y salían por la otra para no cruzarse», recuerda Paco Valls.
En esa ocasión los contagios se produjeron como consecuencia de los desplazamientos y la relajación que se vivió durante los meses de verano. «El objetivo básico era salvar la campaña de verano y que los turistas no dejaran de venir a España, y no se consiguió ni lo uno ni lo otro, provocando, en cambio, el inicio de lo que después han sido sucesivas mareas de contagios», argumenta este médico que ahora ve que la situación se repite, e incluso se acrecienta, producto de las reuniones familiares y la campaña navideña. «Cada vez se cruzan más contactos positivos. Algunos se justifican diciendo que se han reunido porque son familia, y no entienden que el virus no distingue a la hora de contagiar y que para salvar vidas hay que evitar los contactos sociales».