Dimitir, ese verbo con fonética de nombre ruso que tan mal suena en política. Esa es la salida que señala el president de la Generalitat, Ximo Puig, a los alcaldes vacunados antes de tiempo. «Nosotros les suspendimos de militancia y nuestra voluntad es que se aparten de los cargos, es un compromiso que deben tomar todos los partidos porque es una cuestión que afecta a la ética», aseguró ayer, antes del comité federal del PSOE.

Precisamente su partido había pedido este viernes ese paso, el de la renuncia, a todos los responsables públicos que se hubieran inmunizado saltándose el protocolo, incluidos los de las siglas del puño y la rosa. En la Comunitat Valenciana son tres los alcaldes socialistas que estarían en esta lista: Fran López de Rafelbunyol, Carolina Vives de Els Poblets y Ximo Coll de El Verger.

En el caso de Fran López se añade, además, que es el secretario general de Joves Socialistes, un asunto sobre el que Puig indicó ayer que es el secretario de Organización del partido el que informará sobre qué ocurrirá con él. Aunque recordó que López «desde el primer momento pidió perdón», «estamos en una situación en la que hay que asumir responsabilidades».

El jefe del Consell indicó que la Conselleria de Sanidad «está investigando la lista de infractores», que ha habido irregularidades, pero que esto «no puede nublar el trabajo enorme de los profesionales de la sanidad valenciana, que ha conseguido vacunar a 105.000 personas en estas semanas».

Sin embargo, insistió en que es «evidente» que aquellos que «han cometido un error grave y han asumido esta responsabilidad tienen que tener consecuencias».

El otro debate que existe en torno a quienes han recibido la vacuna saltándose los protocolos es si deben recibir o no la segunda dosis. Puig mantiene su opinión reiterada a lo largo de la semana de no suministrarla a estas personas, ya que, según defendió, en un momento «de gran escasez de vacunas la prioridad absoluta son las personas vulnerables». Es la tesis que mantienen algunos expertos también, como el presidente de la Asociación de Vacunología, pero no la de Fernando Simón, entre otros.

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Por otra parte, pidió esperar «unos días» para ver «si es posible superar la curva» de contagios con las restricciones actuales. «Parece que sí», dijo. Señaló que un confinamiento total «no es la solución» y abogó por la toma de decisiones «vinculada al interés general y desde la prudencia».

Además, avanzó que «probablemente» hoy, cuando la Abogacía de la Generalitat «acabe los estudios», se presentará el decreto para limitar a las unidades de convivencia poder reunirse en un domicilio. Defendió que es una «obligación moral», aunque desde el punto de vista de las sanciones es «muy complejo», como las fuerzas de seguridad han subrayado. «No queremos poner a las fuerzas de seguridad en un brete, que no es lo que en este momento se merecen, porque demasiado esfuerzo hacen. No vamos a instar a la Policía a que haga ningún tipo de actuación», dijo.